El bautismo es el primer sacramento del cristiano, aquel que nos eleva al orden sobrenatural y nos hace nacer a la vida divina. Sin embargo, desde el Vaticano advirtieron que no son válidos aquellos bautismo realizados en nombre de la comunidad.

¿Cómo es esto? La fórmula tradicional para administrar el bautismo es “yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo“. Con estas palabras pronunciadas por un sacerdote nos convertimos en cristianos, hijos de Dios, templos del Espíritu Santo y miembros de la Iglesia.

El 6 de agosto de 2020, la Congregación para la Doctrina de la Fe afirmó que es inválido todo bautismo que haya utilizado la palabra “bautizamos”. Es decir, si se utilizó la fórmula “Te bautizamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo“, no es válido.

Cualquier persona por la cual se celebró el sacramento con esta fórmula debe ser bautizado en forma absoluta, lo que significa que la persona debe considerarse que aún no ha recibido el sacramento.

Al mismo tiempo, tampoco tiene validez fórmulas como “En nombre del padre y de la madre, del padrino y de la madrina, de los abuelos, de los miembros de la familia, de los amigos, en nombre de la comunidad…te bautizamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

El bautismo y la tradición de la Iglesia

La nota firmada por el prefecto de la Congregación para la Fe, Cardenal Luis Ladaria, y aprobada por el Papa Francisco dice que “nadie, incluso si es sacerdote, puede agregar, quitar o cambiar nada en la liturgia por su propia autoridad“.

La razón de esto es que cuando un ministro administra el sacramento del bautismo, “realmente es Cristo mismo quien bautiza“.

Los sacramentos fueron instituidos por Jesucristo, y “son confiados a la Iglesia para ser preservados por ella”, declaró la congregación.

“Al celebrar un sacramento”, continuó, “la Iglesia de hecho funciona como el Cuerpo que actúa inseparablemente de su Cabeza, ya que es Cristo la Cabeza quien actúa en el Cuerpo eclesial generado por él en el misterio pascual“.

“Por lo tanto, es comprensible que a lo largo de los siglos la Iglesia haya salvaguardado la forma de la celebración de los sacramentos, sobre todo en aquellos elementos que atestiguan las Escrituras y que hacen posible reconocer con absoluta claridad el gesto de Cristo en el acción ritual de la Iglesia “, aclaró el Vaticano.

La “modificación deliberada de la fórmula sacramental” para usar “nosotros” en lugar de “yo” parece responde al deseo de “expresar la participación de la familia y de los presentes, y para evitar la idea de la concentración de un poder sagrado en el sacerdote en detrimento de los padres y la comunidad”.

La nota de explicaba que el Rito de Bautismo de Niños de la Iglesia ya incluye roles activos para los padres, los padrinos y toda la comunidad en la celebración.

El artículo fue publicado originalmente en Catholic News Agency.

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