El 23 de abril de cada año se celebra el Día Internacional del Libro y por ello te compartimos algunas de las obras que influenciaron a grandes católicos.

Por supuesto, el libro más importante en la vida de todo católico es la biblia. De hecho, es el único libro que cualquier cristiano necesita leer.  Pero muchas personas que se esforzaron por seguir los pasos de Jesús se inspiraron, además, en otras obras que los ayudaron a vivir la fe con más profundidad.

Esperamos que así como estos libros fueron importantes para grandes católicos, también puedan serlo para ti.

Libros que inspiraron a grandes católicos:

Vita Christi (La Vida de Cristo):

Esta obra fue escrita por el monje cartujo Ludolfo de Sajonia. Se trata de un texto medieval que medita sobre la vida de Cristo mientras que el monje realiza comentarios sobre los Padres de la Iglesia y escritores espirituales de su época.

¿A quién influenció? ¡A san Ignacio de Loyola!

A través de esta obra el santo se preguntaba: “¿Y por qué no tratar de imitarlos? Si ellos pudieron llegar a ese grado de espiritualidad, ¿por qué no lo voy a lograr yo? ¿Por qué no tratar de ser como San Francisco, Santo Domingo, etc.? Estos hombres estaban hechos del mismo barro que yo ¿Por qué no esforzarme por llegar al grado que ellos alcanzaron?”.

Historia de un alma

Es la extraordinaria autobiografía de Santa Teresa de Lisieux, una monja de la Orden de los Carmelitas Descalzos. Esta obra estaba compuesta por tres manuscritos diferentes y fue unificada en un único libro por Paulina, la hermana de esta santa.

La beata María Cándida de la Eucarístía, cuyo nombre muestra su profundo amor por el sacramento, se inspiró en el libro de Santa Teresa del Niño Jesús. Allí, esta gran santa describe su devoción a la Eucaristía y su experiencia de la Humanidad de Cristo.

Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen

La célebre obra de San Luis María Grignon de Montfort fue escrita en 1712 pero no fue publicada hasta 1843. Sí, ¡tardaron 143 años en publicarla! Y es que sufrió muchísimos intentos de destrucción. Se cree que fue el mismo demonio el que intentó destruirlo. 

Quien encontró una gran inspiración en esta obra fue san Juan Pablo II. ¿Cómo? Lo ayudó a resolver sus dudas sobre la veneración a la Virgen María. 

“Bajo la guía sabia de San Luis María comprendí que, si se vive el misterio de María en Cristo, ese peligro no existe. En efecto, el pensamiento mariológico de este santo ‘está basado en el misterio trinitario y en la verdad de la encarnación del Verbo de Dios’”, señaló este santo Papa.

La imitación de Cristo

Hay quienes dicen que esta célebre obra de Tomás de Kempis fue el libro católico más editado después de La Biblia. Se trata de un tratado de mística que se divide en cuatro tomos que reúnen “Consejos para la vida espiritual”, “Consejos para la vida de Dios y nosotros”, “Cristo habla interiormente” y “Santísimo Sacramento del Altar”.

Esta obra de gran influencia, fue muy importante para santos como Santa Teresa de Lisieux y San Juan Bosco. Este último dice de este libro:

“Al considerar atentamente la sublimidad del pensamiento, el modo claro y, al mismo tiempo, ordenado y elocuente con que quedaban expuestas las grandes verdades, dije para mí: ‘El autor de este libro era un hombre docto’. Seguí una y otra vez leyendo aquel libro de oro, y no tardé en darme cuenta de que uno solo de sus versículos contenía más doctrina y moral que todos los gruesos volúmenes de los clásicos antiguos. A este libro debo el haber cesado en la lectura profana” (Memorias biográficas de San Juan Bosco, Tomo I, p. 333).

¡Hoy es un buen día para comenzar a leer alguno de estos libros!

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