Como lo mencionó en su carta a la familia montfortiana en el año 2003, fue el “Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen”, escrita por San Luis María Grignon de Montfort, la obra que ayudó a San Juan Pablo II a resolver sus dudas sobre la veneración a la Virgen María.
Este libro fue escrito en 1712, pero no fue publicado hasta 1843, ¡131 años después! Esto se debió a que misteriosamente, el manuscrito sufrió muchos intentos de destrucción. Cada uno de estos fueron frustrados. Se cree que fue el mismo demonio quien intentó eliminarlo.
San Juan Pablo II reconoció estar en deuda con San Luis María, ya que de él tomó la frase “Totus tuus”, que fue una fórmula de consagración a María y uno de los lemas marianos más importantes.
“Bajo la guía sabia de San Luis María comprendí que, si se vive el misterio de María en Cristo, ese peligro no existe. En efecto, el pensamiento mariológico de este santo ‘está basado en el misterio trinitario y en la verdad de la encarnación del Verbo de Dios’”, señaló San Juan Pablo II.
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