¡Dios ha vuelto a hacer de las suyas!, y es que, ¿hay algo más alegre que descubrir la propia vocación en la vida, y sentirse verdaderamente libre de renunciar a todo para seguir a Jesús?

No es común que una integrante de los Partidos de los Socialistas Europeos, decida ser monja de clausura en Romaña, región del norte del mismo país; pero así sucedió, y su nombre es Simona Ibba.

A sus 38 años de edad, tenía un plan de estudios muy respetado, desempeñaba un papel como consejera política y además trabajaba como ingeniera electrónica.

De pronto, las noticias del periódico Unione Sarda, y de allí a otros medios de comunicación, anunciaban el hermoso testimonio de conversión, ¡y qué conversión!

Hoy Simona se encuentra en el convento de Pennabilli, Rimini, según lo confirmó Don Francesco, sacerdote de la iglesia de la Santísima Virgen Assunta. Después de completar el noviciado se unirá con las monjas agustinas de Pennabilli.

“La noticia es motivo de alegría para todos, y hace sombra al disgusto inicial de su renuncia”, dijo su ex-jefe, el alcalde de Sardara, Cerdeña Sur, Roberto Montisci.

“En los últimos años, Simona se ha distinguido por su calidad humana y bondad. Estuvo en las actividades sociales con las personas, con los débiles, y ahora continuará haciéndolo de una manera diferente, pero siempre en línea con la trayectoria de vida con la que guía su decisión actual, y define el verdadero espíritu de una persona, para mí, extraordinaria”, indicó.

En resumen, Dios hace cosas hermosas. El llamado siempre está allí, esperando nuestra respuesta, así fue para Simona Ibba. Oremos por ella, por los frutos de su nueva vida, y por su permanente conversión.  

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