San José cuidó como ningún otro humano a la Sagrada Familia, la referencia de lo que toda familia cristiana está llamada a ser. Tener algún familiar lejos de Dios o la Iglesia es un hecho común y doloroso. Se trata de un reto de amor.

Durante la historia de la Iglesia han habido muchos casos donde alguna madre, padre o hermano oró profundamente por la conversión de sus familiares. Quizás el caso más conocido sea el de santa Mónica y su hijo san Agustín. 

Te compartimos una poderosa oración a san José que podría ayudarte en la paciencia frente al dolor por ver el pecado de tus más amados:

“Oh glorioso patriarca San José, quien mereció ser llamado “justo” por el Espíritu Santo, te encomiendo urgentemente al alma de [Nombre], que Jesús redimió a precio de su Preciosa Sangre.

Sabes cuán deplorable es el estado, y cuán infeliz la vida, de aquellos que han desterrado de sus corazones a su Amoroso Salvador, y de lo mucho que están expuestos al peligro de perderse eternamente.

No permitas, te lo ruego, que un alma tan querida para mí continúe por más tiempo en la maldad; protégelo(a) del peligro que lo amenaza; toca el corazón de este niño(a) pródigo(a), y llévalo(a) de vuelta al seno de sus amorosos padres.

No lo(a) abandones, te lo imploro, hasta que le abras las puertas de tu ciudad celestial, donde te amará y bendecirá por toda la eternidad, debido a la felicidad que le debe a tu poderosa intercesión.

Amén”.

¡San José, ruega por nosotros!

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