Muchas veces los católicos somos criticados por supuestamente haber inventado muchas doctrinas que no están en la Biblia, la del Purgatorio, por ejemplo.  Ante esta acusación, demostraremos que el Purgatorio sí es bíblico. ¡Aprendamos a defender nuestra fe!

¿Qué entendemos los Católicos por Purgatorio?

Antes de comenzar a soltar pasajes de la Biblia, quisiera que quede claro qué es lo que Católicos entendemos por Purgatorio. Para nosotros el Purgatorio…

NO ES una segunda oportunidad para llegar al cielo.
NO ES un tercer destino después de la muerte.
NO ES el infierno.

¿Entonces qué es?

Para los católicos solo existen dos destinos finales después de la muerte: el cielo o el infierno. El purgatorio solo es un proceso de purificación final para aquellas almas que sí o sí entrarán al cielo. ¿Queda claro? Y aunque la palabra Purgatorio no aparezca literalmente en la Biblia, sí aparece su concepto. Estas son las pruebas.

Jesús habló del Purgatorio

En el famoso sermón de la montaña nuestro Señor usa un lenguaje simbólico para mostrarnos lo que nos espera después de la muerte como consecuencia de nuestras acciones en vida. Comienza con las bienaventuranzas, luego le dice a los fariseos que no entrarán al Reino de los cielos y finalmente menciona esto:

“Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan a la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que hayas pagado hasta el último céntimo. (Mateo 5, 25-26)

 

Con estas figuras nuestro Señor nos muestra que luego del juicio hay un lugar después del juicio del cual se sale solo luego de haber  “pagado hasta el último centavo”. ¿Qué lugar es este? No puede ser el cielo porque allí ya estás gozando de la presencia de Dios. Tampoco puede ser el infierno porque este es un lugar de condenación eterna. Si no es el cielo ni el infierno ¿qué lugar es? La teología católica llama a este lugar purgatorio.

San Pablo habló más claramente sobre el Purgatorio

En su primera carta a los Corintios, San Pablo dice lo siguiente:

“Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo. Y si uno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, la obra de cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día, que ha de revelarse por el fuego. Y la calidad de la obra de cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día, que ha de revelarse por el fuego. Y la calidad de la obra de cada cual, la probará el fuego. Aquel, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirá la recompensa. Mas aquel cuya obra quede abrasada, sufrirá el daño. Él, no obstante, quedará a salvo, pero como quien pasa a través del fuego. (1 Corintios 3, 11-15)

San Pablo está hablando sobre el juicio personal de aquellos que cimentaron su fe en Jesucristo. Son personas que alcanzaron la salvación pero deben pasar por el fuego para que sus obras sean probadas. Algunas obras serán tan buenas que recibirán inmediata recompensa; en cambio, otros “sufrirán el daño” pero igual “quedarán salvos”. Muchachos… ¡Eso es el purgatorio!

Esperamos que estas citas puedan servirte para mostrar a otros hermanos cristianos el fundamento bíblico de esta creencia.
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