Moisés Silva Nathiz es padre de 3 hijos y lleva 8 años de matrimonio. Desde su experiencia, ha visto la importancia de una masculinidad vivida en Cristo para formar familias fuertes y cómo San José puede ser un ejemplo para el varón moderno.
Silva es administrador del proyecto “Patris Corde”, una iniciativa de evangelización digital que nació al ver las heridas que causa la mala masculinidad y paternidad en el mundo.
En una entrevista con ChurchPOP, indicó que un hombre y padre de verdad cambian la sociedad y la historia.
Silva resaltó que la masculinidad en Cristo es vital para el mundo actual, que está en crisis “por falta de hombres que caminen en la verdad”.
“Solo quien camina en la verdad puede vivir una masculinidad de verdad. Un hombre que reconoce su identidad, su llamado, su papel en relación al sexo opuesto (las hijas amadas del padre) y su prójimo, puede ser consciente de su misión y de su relevante importancia en la iglesia y el mundo, aportando la luz que tanto necesitamos entre tanta oscuridad”.
Silva recordó que la imagen de un padre en la vida del hombre es vital.
“Un padre es el primer hombre en nuestra vida, nuestro primer héroe, es quien confiere, inspira, nutre nuestra propia masculinidad con la manera en que vive su propia masculinidad, pero en nuestra sociedad, lamentablemente nuestros jóvenes sufren de la ausencia paterna al nivel emocional y ni qué decir, de su presencia (abandono)”.
Frente a esta necesidad, presentó como ejemplo a San José, quién es un padre espiritual excepcional y el encargado de cuidar a la Sagrada Familia.
“San José es un Padre espiritual que nos acerca a Jesús y estar con Jesús es estar con el Padre. Nuestra identidad como hombres está en el corazón del Padre y su comunidad de amor. Hay tanto que aprender para nuestra masculinidad de la masculinidad de nuestro Padre San José. ¡VIRI, ITE AD JOSEPH! (Hombres, acudid a San José)”.
Silva resaltó cómo la vivencia correcta de la masculinidad y una fe fuerte lo han ayudado en su vida familiar.
“Procuro ser consciente que, sin Dios, no soy nada. El amor que debo brindar a mi familia solo procede del Padre del amor, Dios Padre y la Santísima Trinidad. Esto me permite ser Devoto a mi esposa, luchar cada día para amarla: 1. A la luz de los votos matrimoniales que profesé el día de nuestra boda y 2. Como Cristo amó a su iglesia. Si logramos esa unidad, una unión viva de mi esposa, yo y la comunión de amor (Santísima Trinidad) eso nos permite ser un reflejo vivo del amor Santo de Dios para nuestros hijos”.
Pero este compromiso no es fácil, es un camino que se recorre junto a Cristo, que nos acompaña en nuestras debilidades y fallas.
“‘¡Poco a poco! ¡Somos peregrinos! ¡Vamos a llegar!’ Son palabras de un fraile muy querido y que han calado en mi vida en estos años de camino en la fe”.
Silva animó a los jóvenes a ser valientes, pioneros, a ser héroes de la vida real.
“La Masculinidad está en Crisis, en estado de emergencia y Dios al formarte hombre tiene un plan maravilloso para ese Don. Inicia la travesía en Cristo de reconocer a qué fuiste llamado como hombre y que tu vida, tu modo de vivir en Cristo inspire a más y más hombres, uno a la vez, poco a poco. No tengan miedo, no es fácil, pero quiero que sepas que, aunque sean pocos, habemos hombres que estamos procurando, solo por gracia de Dios y algo de determinación, dar la batalla para rehabilitar el Don de la Masculinidad en la Iglesia y el mundo.
Hombre, jóven, fuiste creado para la excelencia, para el heroísmo en Cristo. Tu sí es Esperanza en un mundo donde ya no se cree en la Masculinidad, en la paternidad. Cuando quieras tirar la toalla, ‘quiero que sepas que tu hermano (yo) está luchando al otro lado del mundo. No estás solo.’ (uno de mis guías me dirigió estas palabras cuando fue asignado a otra misión, él es un modelo maravilloso de Masculinidad en Cristo)”.