Doña Inés, madre de tres sacerdotes – el padre Silvo, el padre Sérgio y el padre Silvano –, padece demencia, pero no enfrenta su enfermedad sola. Sus hijos la acompañan en estos momentos de dificultad y un video donde celebran Misa para ella se ha vuelto viral en las redes sociales.

Por medio de su cuenta de Tik Tok, el Padre Adriano Brito, de la Congregación Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Dehonians), comparte emotivos videos que muestran este testimonio de amor.

En uno de ellos, se puede ver cómo los tres sacerdotes: Padre Sildo César da Costa, del Padre Sérgio Luís da Costa y del Padre Silvano João da Costa, celebran Misa por el cumpleaños de su madre, que vive en el noviciado de Nuestra Señora de Fátima (Brasil).

“Hoy, doña Inés tiene 87 años, padece demencia y ha perdido por completo la conciencia. Son sus hijos sacerdotes quienes la cuidan con tanto amor, dedicación y cariño, rezando con ella todos los días, retribuyendo así el amor y cuidado que ella tuvo por la vocación de cada uno”.

El P. Brito indica que este testimonio es hermoso y conmovedor, un ejemplo “de amor filial y de entrega sacerdotal”.

@adrianobrittoscj

Dona Inês, e seus três filhos padres ♥️#sejaumdehoniano #vocação #dehonianos

♬ Vocação - Padre Zezinho scj

Doña Inés: un signo de Dios en la vida de sus hijos

En 2023, al celebrar el cumpleaños número 85 de su madre, el Padre Silvano compartió en sus redes sociales un video donde, junto a sus hermanos, agradecen el ejemplo de vida y fe de doña Inés.

“Nuestra familia está llena de alegría porque nuestra mamá Inés celebra hoy 85 años de vida. Es un día para agradecer, celebrar y suplicar.

Dios, muchas gracias por concederle el don de la vida a nuestra madre. Gracias a nuestro abuelo Juan Gasaniga y a nuestra abuela Regina Vec por decir sí a la vida de aquella a quien eligieron llamar Inés, que significa ‘pura’, educándola en la fe, el amor y la rectitud. También expresamos nuestra gratitud a nuestro padre Cristóbal, en memoria, por haber sido compañero de camino de nuestra madre y por haber formado nuestra familia.

Gracias, mamá, por haber dicho sí a nuestra vida. Agradecemos, además, a todos los que, de una forma u otra, han hecho posible la vida de nuestra madre. Hoy celebramos su presencia en nuestras vidas. Aunque, como se ha dicho algunas veces, ella ya no nos reconoce como hijos, nosotros sí la reconocemos como nuestra madre. Sabemos que ella tiene una misión, incluso en medio de sus fragilidades, que se puede resumir en una frase: ser un signo del amor de Dios en nuestra vida.

Sí, mamá, eres un signo visible del amor de Dios. Nos haces comprender la fragilidad de la vida, pero también la fuerza de querer vivir. Hoy celebramos una vida que trasciende la conciencia de la existencia y se hace realidad en el amor transmitido a través de su mirada, de sus manos que sostienen las nuestras, de los besos llenos de gratitud y de sus labios que pronuncian la frase: ‘Quédate conmigo’.

Al celebrar el don de la vida de nuestra madre, queremos compartir este momento de júbilo con todas las personas que oran, preguntan por ella y nos ayudan en su cuidado. Pero hoy también es un día para elevar una súplica:

Dios, cuida de nuestra madre. Concédele serenidad, fe y fuerza para vivir su vida siendo un signo de tu amor en medio de nosotros.

Gracias, mamá Inés. ¡Felicidades, mamá Inés! Dios te proteja, mamá Inés. Tu bendición, mamá”.

¡Qué hermoso testimonio de amor!

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