El padre Khoi Tran, capellán de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, estaba visitando a las hermanas de las Misioneras de la Caridad de Cristo en Saigón, Vietnam, cuando ocurrió algo inesperado.
Unos huérfanos encontraron a un bebé abandonado cerca de un basurero, frente al orfanato de las hermanas. El pequeño, que lloraba desconsoladamente, estaba sucio y cubierto de picaduras de hormigas.
Las religiosas lo limpiaron rápidamente, se comunicaron con las autoridades y llamaron al padre Khoi para que bendijera al bebé. Las hermanas decidieron nombrarlo en honor al santo patrono del sacerdote, San Francisco Javier.
El padre Khoi conversó con ChurchPOP y compartió la historia:
“Alrededor de las 7:00 p.m. (hora local en Saigón), dos de los huérfanos salieron a tirar la basura después de la cena y escucharon el llanto de un bebé. Uno de ellos se acercó para ver qué estaba pasando y descubrió a un bebé tendido en el suelo, cerca del basurero junto al orfanato dirigido por las hermanas Misioneras de la Caridad de Cristo. El bebé estaba sucio y cubierto de picaduras de hormigas.
Las hermanas intentaron limpiarlo rápidamente y contactaron a las autoridades locales para comenzar el proceso de recibirlo bajo su cuidado. Las hermanas me llamaron temprano a la mañana siguiente para que pudiera visitar y bendecir al bebé, y me preguntaron si podían nombrar al bebé en honor a mi santo patrono (San Francisco Javier) y tomar mi nombre… a lo cual accedí con gusto. Las hermanas tienen orfanatos y hogares para cuidar a los ancianos y a los más necesitados, y las he estado apoyando desde hace un tiempo. Ha sido un honor colaborar y trabajar con ellas para cuidar a los más pobres entre los pobres”.
Aquí hay fotos que muestran lo que ocurrió:






El padre Khoi también publicó fotos en Instagram con este mensaje:
“Fue un día muy emotivo… ¡encontramos a un bebé abandonado cerca de un basurero junto al orfanato cuidado por las hermanas! Por la gracia de Dios, uno de los huérfanos encontró al bebé y pudimos salvarlo. Las hermanas, con mucha generosidad, lo nombraron en mi honor… así que ahora tengo otro hijo por quien cuidar y orar cada día. ¡Gracias, Señor, por esta oportunidad inesperada y llena de gracia!”.