Quizás en algún momento te has sentido desorientado por algún escándalo de la Iglesia, si es así, ¡debes escuchar al Venerable Fulton Sheen!
“¿Quién va a salvar a nuestra Iglesia?” La inspiradora respuesta del Venerable Fulton Sheen
Era el año 1972, y el Venerable arzobispo Fulton Sheen recibió el reconocimiento como “Hombre de Acción Católico” entregado por el Consejo Estatal de Caballeros de Colón de Pensilvania, Estados Unidos.
Según relata un periódico de la época, en su discurso de apertura, el arzobispo dijo que sabía que los allí presentes querían oír hacia dónde iría la iglesia en esos tiempos difíciles. Entonces el Venerable Fulton Sheen les dijo:
“¿Quién va a salvar a nuestra Iglesia? No nuestros obispos, no nuestros sacerdotes y no los religiosos. Depende de ustedes, la gente. Tienes la mente, los ojos y los oídos para salvar a la Iglesia. Tu misión es hacer que los sacerdotes actúen como sacerdotes, tus obispos actúen como obispos y los religiosos actúen como religiosos ”.
Luego de señalar esto afirmó que dependía de la gente enderezarlos si “se salen de la línea”.
Cristo, al fundar la Iglesia, le dio una constitución jerárquica encabezada por el Papa, sucesor de San Pedro, los obispos, los sacerdotes, los diáconos, los religiosos y los laicos.
En relación a la importante misión de los laicos, la Iglesia nos enseña “que incumbe a todos los laicos la preclara empresa de colaborar para que el divino designio de salvación alcance más y más a todos los hombres de todos los tiempos y en todas las partes de la tierra” (Lumen Gentium, N° 33).
Ciertamente la Iglesia no es una sociedad “democrática” donde el pueblo elige o confiere el poder a las autoridades. Es Cristo mismo quien determinó las diferentes ministerios jerárquicos.
Es claro que es Cristo mismo quien salva y vela por su Iglesia. Pero en el respeto a este orden, ¡los laicos tenemos mucho por hacer para santificar la Iglesia de Nuestro Señor!
¿Tu qué piensas de este comentario del Venerable Fulton Sheen?
[Ver: La razón por la que el Cura de Ars fue el santo más odiado por el demonio]
[Ver: Todo lo que tienes que saber sobre los evangelios apócrifos para que no te engañen]