La medida más extrema que la Iglesia Católica toma hacia uno de sus miembros es la excomunión.

Muchos, al escuchar esta palabra, la relación con una especie de inquisición que expulsa agresivamente a aquellos que no piensan como la Iglesia o tienen un estilo de vida diferente a lo que “dictamina” el Papa. Nada más lejos de la verdad.

¿Qué es la excomunión?

Se entiende como la censura o pena medicinal donde se excluye a un reo de delito de la comunión de la Iglesia Católica.

¿Por qué la Iglesia excomulga a alguien?

Aunque no lo parezca, esta medida es pastoral. La Iglesia, que tiene como misión proteger a los hijos de Dios, en ocasiones extremas, debe apartar a aquellos que, a pesar de ser activos católicos, cometen crímenes tan graves que hacen daño real al resto de fieles. No se impone de manera inmediata, sino que primero hay una amonestación. Si el sujeto, a pesar de las advertencias, sigue con sus acciones, y son comprobadas, la excomunión se hace efectiva.

¿La Iglesia lo está mandando al infierno?

No, es más, la Iglesia quiere que se salve. Que lo hayan apartado del grupo no quiere decir que sea un olvidado. La Iglesia tiene el deber de buscar su arrepentimiento y su regreso a ella. Claro está, todo se basa en la libertad del sujeto excomulgado. Pero lo que se busca es que esta persona encuentra al Señor, que crea nuevos lazos con la Iglesia y regrese.

¿Los excomulgados dejan de ser católicos?

Es complicado, ya que los católicos por bautismo, nunca pueden dejar de ser católicos. Los excomulgados siguen siendo parte de Dios y siguen estando llamados a la santidad. Pero la Iglesia dictamina que explícitamente esta persona no puede participar de los sacramentos o la vida parroquial, hasta que se arrepienta de sus actos y vuelva.

¿Qué implica estar excomulgado?

Según el  Derecho Canónico de la Iglesia Católica (DCIC) 1331, se prohíbe al excomulgado:

  • Tener cualquier participación ministerial en la celebración del Sacrificio Eucarístico o en cualesquiera otras ceremonias de culto.
  • Celebrar los sacramentos o sacramentales y recibir los sacramentos;
  • Desempeñar oficios, ministerios o cargos eclesiásticos, o realizar actos de régimen.

Por lo tanto el excomulgado:

  • Se le obliga a cesar las Misas que celebra o asistir a ellas.
  • Si sigue yendo o celebrando Misa, serán consideradas inválidas.
  • Ya no tiene privilegios que antes tenía como católico.
  • No puede tener funciones dentro de una iglesia.

¿Uno es excomulgado para siempre?

No, como se dijo antes, si se está arrepentido de los actos y se quiere volver a tener comunión con los preceptos de la Iglesia, se tiene la libertad de confesarse con un obispo, e iniciar el proceso de reingreso. Es más, según el número 976 del DCIC la excomunión se suaviza si el excomulgado está en peligro de muerte, inclusive cualquier sacerdote puede levantar la excomunión en casos extremos, cuando la muerte del excomulgado es inminente.  

Comparte