La Presentación de la Virgen María en el Templo es una fiesta católica que se celebra cada 21 de noviembre.
Según la tradición judía, los niños tenían que ser presentados al templo para su introducción a la religión.
Sabemos que la Virgen María cumplió con este requisito porque sus padres, San Joaquín y Santa Ana, eran personas justas y fieles al Plan de Dios en su pueblo.
El momento en que Santa María es presentada en el templo se encuentra en el Protoevangelio de Santiago -un texto apócrifo que narra muchos acontecimientos de la vida de la Virgen-, donde se presenta como un evento de gozo por la santidad de la Niña.
Según el escrito, Santa María fue llevada al templo a los 3 años de edad junto a otras doncellas para ser instruida en la fe de sus padres y los mandamientos de Dios.
Esta fiesta es importante porque conmemora un momento importante en el desarrollo en la fe de quien sería la Madre de Dios.
Sin saberlo, estudiando la historia del Pueblo de Dios y acercándose a Él, preparaba su corazón para su gran misión.
Esta festividad se celebra como tal desde el 543 d.C., cuando se consagró la Iglesia de Santa María la Nueva, en Jerusalén.