El Padre Sam Bonilla compartió en su canal de YouTube un video muy útil para estos tiempos que vive la Iglesia con 10 reflexiones sencillas sobre los casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes.
Estas son las principales ideas de “Sacerdotes pedófilos: 10 puntos para reflexionar”:
1.- Es un crimen
No se trata de un simple error. Se trata, como dijo el Papa Francisco, de un crimen. Y como tal debe ser tratado.
2.- No generalizar
Es importante poner estas cosas en contexto. Ninguno de estos casos deben ser justificados. Pero no todos los sacerdotes son pedófilos.
3.- Examínate
Que esta situación nos lleve a todos a hacer un profundo examen de conciencia. Y darnos cuenta que todos somos capaces de lo mejor y lo peor. ¿Estoy haciendo el bien?
4.- Cuida de no caer
Si tú has hecho las cosas bien, sé humilde, sé sencillo; da gracias a Dios. Si has sido fiel, responsable, ¡qué bueno! Pero que esto no te lleve como juez ni ponerte por encima de los demás.
5.- ¿Qué hace la Iglesia?
La Iglesia quiere que los sacerdotes sean juzgados civilmente. El Papa Francisco ha pedido cero tolerancia en estos casos. Los obispos tienen la obligación de suspender de los servicios ministeriales al acusado en el proceso.
6.- ¿Es culpa del celibato?
Por supuesto que no. Es culpa de una sexualidad desenfrenada y una afectividad en crisis. El problema está en el interior de cada persona.
7.- Noticias amarillistas
Tengamos mucho cuidado con las noticias amarillistas. Hay canales y sitios web que sólo utilizan un porcentaje de la verdad y quieren fomentar el morbo.
8.- Educar a los niños
No se puede tratar el tema de la sexualidad como uno tabú. Hay que enseñarles desde pequeños a valorar y respetar su cuerpo. Animarlos a que pidan ayuda cuando les falten el respeto.
9.- ¿Qué hacer como católicos cuando falla un sacerdote?
Pedir ayuda, pedir asesoría, buscar al superior y denunciar los hechos. Busquen a Dios, no se alejen de la gracia sacramental, no te alejes de la oración.
10.- Purificación del Espíritu Santo
Muchas veces perdemos la perspectiva, pero en cuanto a la Iglesia, es el Espíritu Santo quien sigue guiándola. Es Jesús quien la cuida.
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