Muchos católicos se preguntan si es posible practicar yoga solamente de manera “física” y al mismo tiempo seguir adhiriendo a las enseñanzas de Cristo. La respuesta es no, y la historia de esta víctima de ataques demoníacos demostrará porqué es son cosas incompatibles.
El blog Catholic Exorcism, comparte una historia en primera persona de una víctima anónima que practicaba yoga y terminó seriamente asediada por entidades demoníacas.
¿Puede un católico practicar yoga? La advertencia de una víctima de ataques demoníacos
“Me gustaría dar una descripción de mi experiencia con el yoga como una advertencia para las personas que están considerando comenzar con el yoga físico, o que están explorando la espiritualidad oriental, o ambos” comienza la persona anónima.
“Tradicionalmente, el yoga físico nunca tuvo la intención de ser solo físico”, comenta y agrega, “cuando haces yoga físico, de alguna manera estás de acuerdo con la filosofía, los conceptos y la adoración a la deidad detrás de los movimientos“.
Y este fue un aspecto que descubrió conforme se adentro en la práctica. “Al principio, las prácticas parecían ayudarme a estar más enfocado y centrado. Tenía problemas con la depresión en ese momento, y después de cantar me sentía más feliz y tranquilo por dentro”, recuerda. Pero las cosas iban a empeorar.
“Una de las experiencias más negativas -narra esta persona anónima- fue que podía sentir un movimiento en la parte inferior de mi columna vertebral, como si algo se moviera allí. A veces era muy fuerte; parecía como si todo el piso estuviera temblando. La otra fue que me sentí cada vez más atraído por las prácticas paganas y wiccanas. Pensé que dios y el universo eran lo mismo como resultado de la práctica del yoga“.
El comienzo de las experiencias demoníacas
“Una vez, durante una lección privada de Kundalini Yoga, aprendí este mantra suyo que aparentemente usan bastante: Sa-Ta-Na-Ma. Recuerdo que me encogí y pensé que no era posible que estuvieran adorando al diablo. Debe ser una extraña coincidencia que este mantra suene así”.
“Después de unos diez años de intensa práctica, algo cambió”, recuerda
Y de pronto comenzaron las manifestaciones demoníacas. “Mientras miraba una imagen en particular, tuve una fuerte experiencia de luz interior. Escuché un ‘puf’ y mi cabeza se inclinó hacia atrás. En ese momento pensé: ‘Esto es extraño’. Debe haber parecido demoníaco por la forma en que mi cabeza se inclinó hacia atrás en un ángulo incómodo, y la forma en que sentí que no estaba a cargo de mí mismo. Había algo automático e impersonal en el movimiento. (Resulta que era demoníaco pero yo no lo sabía en ese momento)”, reconoce.
“En esta experiencia, vi a un pequeño ser con túnica y cabello rojo muy brillante, que intentaba esconderse de mí. Una vez que lo vi, no dejaba de acercarse a mí. Mucha gente de la Nueva Era me decía que era el fantasma de un niño que estaba demasiado asustado para pasar a la siguiente vida y que le agradaba porque extrañaba a su madre”.
Entonces intentó comunicarse con el “niño”. Pero cuando decidió dejar de hacerlo las cosas se pusieron realmente feas:
“Pude ver una sombra muy oscura moverse a una velocidad increíblemente rápida a mi alrededor, y me estaba atacando con una fuerza que parecía como si un camión estuviera chocando contra mí a gran velocidad. Sentía como si estuviera tratando de empujarse dentro de mí“.
Después de estas experiencias y otras similares comenzó su lento viaje a la fe católica y el rechazo total a las anteriores prácticas. “Para ser honesto, todavía no creo que esté completamente libre de su presencia“, reconoce.
“Estoy muy agradecido de que ahora estoy siendo catequizado en la fe católica, ya que me ha fortalecido y sé que Dios es mucho más poderoso que todo esto. Y sé que Jesús me ama y que soy muy valioso para Él. También entiendo que es por eso que los demonios me odian tanto. Pero no pueden lastimarme porque Él está conmigo“.
¿Qué piensas de esta historia?
Este artículo fue traducido y adaptado de Catholic Exorcism.
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