"Mi vida se basa en la fe: no podría concebir mi existencia de otra manera, lo digo sin mentir."

Este 5 de octubre, a los 28 años, falleció Sammy Basso, el paciente con progeria más longevo y que ha ayudado a visibilizar esta enfermedad.

Sammy nació en 1995 en Schio (Italia). A los dos años le diagnosticaron síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford, un trastorno genético extremadamente raro que produce la aceleración del envejecimiento.

Junto a sus padres, fundó la Asociación Italiana Progeria Sammy Basso. Se graduó en la Universidad de Padua en Ciencias Naturales y en Biología Molecular. Fue nombrado Caballero de la Orden al Mérito de la República Italiana.

Sammy fue un testigo extraordinario de su rarísima enfermedad. A pesar de ser consciente de su deterioro prematuro, siempre enfrentó la enfermedad con plena consciencia y una constante fe en Dios. Para Sammy, creer no era solo una simple ayuda para enfrentar la vida diaria, sino el fundamento de toda su existencia.

El anuncio de su fallecimiento fue dado por la Asociación Italiana Progeria Sammy Basso APS:

"Ayer por la noche, 5 de octubre, Sammy Basso falleció repentinamente, tras un día de celebración, rodeado del cariño de quienes lo querían. Estamos profundamente agradecidos por el privilegio de haber compartido una parte de nuestro camino con él. Nos enseñó a todos que, aunque los obstáculos de la vida a veces parecen insuperables, vale la pena vivirla con plenitud. En nombre de la familia, los amigos y la Asociación Italiana Progeria Sammy Basso, agradecemos a todos por el apoyo manifestado".

En una entrevista a “Gente Veneta” en 2020, Sammy Basso señaló que su “vida se basa en la fe: no podría pensar mi existencia de otra manera, lo digo sin mentir". Como investigador, siempre fomentó la investigación científica, que no consideraba contradictoria con la fe; de hecho, consideraba que ambas eran caminos que llevaban a Jesús.

“Mi fe es la parte más íntima de mí: podría contar todo sobre mí, pero si no dijera que creo en Dios y que creo que Jesús es mi Salvador, no estaría diciendo todo. Creo que el mensaje de Jesús, además, va más allá de cualquier barrera religiosa y también es válido para los ateos”.

¡Oremos por el alma de Sammy!

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