El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma. Este día es uno de los más largos e importantes momentos litúrgicos del año, pero, ¿desde cuándo se celebra este miércoles tan especial? ¿siempre se usaron cenizas?

La costumbre de utilizar ceniza como símbolo de arrepentimiento, aunque parezca, no proviene de los cristianos. Su origen se remonta a los judíos y ninivitas que cubrían de cenizas su cabeza representando su deseo de abandonar sus pecados.

En los primeros siglos de la Iglesia, los cristianos tomaron esta costumbre y la utilizaban el Jueves Santo para indicar que querían participar de la confesión.

Recién en el 384 d.C., la Iglesia instaura el tiempo litúrgico de la Cuaresma, y es en el siglo XI, unos 600 años después, que se retoma la costumbre de los primeros cristianos y se indica que al iniciar este tiempo se debe imponer las cenizas. Así surge el Miércoles de Ceniza.

¿Por qué se eligió la ceniza?

La palabra ceniza viene del latín “cenis”, que es el producto después del fuego. Para los cristianos, las cenizas simbolizaban lo que hay después de la muerte, y que nuestra vida tiene un término. Esto significa que no tenemos la eternidad para convertirnos.

Para los judíos, y así también luego para los cristianos, las cenizas representaban los versículos de la Biblia que dicen: “Dios formó al hombre con polvo de la tierra” (Gn 2,7) y “Hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho” (Gn 3,19).

Es por esto que las cenizas se convirtieron en un símbolo de conversión. Pues recuerdan que Dios nos creó de lo insignificante y que nuestra vida tiene un final. Nos hace recordar que necesitamos de Dios y de su misericordia.  

Ahora sabemos qué simbolizan las cenizas que utilizamos en este día tan importante.

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