Cada 7 de agosto se celebra al patrono del pan y del trabajo, uno muy querido por nuestros hermanos en Argentina, San Cayetano.

Los comerciantes y los mercaderes le rezan para obtener su protección y su guía en sus trabajos.

Era un hombre muy humilde, y desde que comenzó su camino a Cristo prefirió vivir en la austeridad. Fundó asociaciones para ayudar a los más necesitados y a los enfermos. 

Su opinión sobre la Reforma Protestante

El 31 de octubre de 1517, víspera de los días de todos los santos, el monje agustino alemán, Martín Lutero, clavó en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos de Wittenberg, este de Alemania, sus 95 tesis contra la Iglesia Católica.

Estos postulados plantean la Reforma que Lutero quería hacer en la Iglesia. Sin embargo planteaban muchas herejías, y conllevó a una ruptura que se vive hasta el día de hoy.

Para aquel entonces, San Cayetano tenía 37 años de edad y, como era considerado como líder de la Iglesia, muchos querían quejarse o criticarlo por ser sacerdote católico.

Ante esto, él dio su famosa frase con respecto a la Reforma, que plantea el verdadero sentido del cambio auténtico:

Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo”.

¿No creen que esto podría aplicarse hoy en día a la Iglesia actual, es decir, a nosotros mismos? ¡Ora por nosotros San Cayetano!

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