Algunos no conocían el dato que la Virgen del Carmen también es patrona de los marineros gracias a las muchas donde estos piden su interseción en momentos de necesidad y logran salvarse.

Uno de esos episodios ocurrió en 1854, cuando un barco inglés denominado “King of the Ocean” (Rey del Océano), rumbo a Australia, se encontraba enfrentando a un implacable huracán en Cabo de Nueva Esperanza, Sur de África.

James Fisher, pastor evangélico que se encargaba de la salud espiritual de los marineros, oraba incesantemente a Dios para que apaciguara el clima y tenga clemencia de ellos.

A pesar de los intentos, los testigos narraron que las oraciones no bastaban pues la amenaza persistía y crecía. Todo parecía indicar que no sobrevivirían de esta.

En el barco también se encontraba un marinero católico irlandés llamado John McAuliffe. Este era devoto de las imagen de la Virgen del Carmen.

Al ver que las oraciones del pastor no surgían efecto, se acercó al estribor del barco, se abrió la camisa, tomó sus escapularios de la Virgen del Carmen y, pidiendo su interseción, los arrojó.

Fue en ese preciso momento que el viento cesó y no hubo más olas en el mar, salvo una que trajo de vuelta a bordo el escapulario. Fisher, al ver todo esto, decidió convertirse al catolicismo llegando a su destino, y así fue.

¡Gracias Virgen María por interceder por nosotros! ¡Protégenos en las ventiscas de nuestra vida!            

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