Heidi Baker, misionera de “Iris Global”, escribió en su cuenta de Facebook que, en una merienda con unos niños del África, sucedió lo que para ella fue un milagro.
“Un día cocinamos bastantes galletas para nuestros niños. Estas no son como las galletas que conocemos; son más duras y pequeñas, pero a ellos les encantan, son un caso peculiar”, contó la misionera.
Recordó que la noticia de que tendría galletas se esparció rápidamente en los pueblos aledaños y cientos de niños acudieron a la cita.
“Juma, uno de nuestros pequeños, y Dawn, uno de los misioneros estaban sirviendo las galletas, notaron que las galletas cocinadas no bastarían.
Los niños estaban tomando más de uno y llenándose los bolsillos. No tendrían suficientes para todos, especialmente porque cada vez llegaban más niños”.
“Nosotros enseñamos a los niños a rezar si necesitaban alimentos. Esto fue lo que sucedió en la Biblia, y por la Biblia vivimos, así que nos metimos en Ella”.
“Enfrentándose al dilema, el pequeño Juma oró y pidió a Dios que multiplicara las galletas para alimentar a los niños. Dios ha realizado muchos milagros con comida para nosotros, pero es normal que esto suceda con pan y pollo, solo que esta vez, trabajó con esa bolsa de galletas “, escribió Heidi.
“Juma y Dawn recibieron a los cientos de niños, les daban galletas a por montones y la bolsa no se acababa. Durante semanas y semanas, Dios llenó aquella bolsa de galletas una y otra vez”.
Heidi concluyó que, aunque Dios no ha suplido una necesidad básica, Él bendice a sus hijos con gestos de cariño:
“Esto no fue un milagro de ‘necesidad’. No tenían que tener esas galletas. Pero Dios nos ama y bendice al darnos regalos. También le encanta cuando confiamos en Él para responder a la más simple de las oraciones: ‘¡Ayúdanos!'”, terminó de escribir Heidi Baker.
Artículo original de ChurchPop Portugés.