En pleno corazón de Madrid (España), se encuentra un tesoro poco conocido: las reliquias atribuidas a San Valentín. Custodiadas en la iglesia de San Antón, estas reliquias siguen atrayendo a fieles que buscan conocer más sobre el patrono de los enamorados.

En su cuenta de Instagram, la blogger Esperanza Estrada compartió un video en el que señala la historia de estas reliquias. 

“Sabías que las reliquias de San Valentín están en pleno corazón de Madrid? Pues sí, y se encuentran en el barrio de Chueca. Los restos se conservan en esta urna de cristal, en la iglesia de San Antonio, en la calle Hortaleza. Podemos ver su cráneo y las dos tibias”.

Estrada indicó que el Papa regaló estas reliquias al rey Carlos IV en el siglo XVIII. Y luego el rey las donó a los escolapios de Madrid. Hoy están bajo el cuidado de Mensajeros por la Paz.

“Pero lo curioso es que Madrid no es el único que dice tener los restos de San Valentín. Ciudades como Roma y Dublín también aseguran tener reliquias del santo. ¿Y cuáles son las verdaderas? Probablemente nunca lo sabremos. Pero lo que está claro es que su historia sigue inspirando a enamorados en todo el mundo”.

La iglesia de San Antón abre sus puertas las 24 horas del día para recibir a todos los que deseen pedir la intercesión del patrono de los enamorados.

Estrada agregó que esta iglesia también da apoyo social a los más necesitados, ofreciendo ayuda a las personas en situación de calle.

“Esta iglesia no es solo una iglesia, es también una casa de acogida, un hospital de campaña, un punto social donde todo el mundo es recibido y escuchado. Ofrecen diariamente servicios sociales para personas en situación de calle o riesgo social, como asesoramiento y apoyo a la alimentación”.

Oración de preparación de los novios antes del matrimonio

Señor que eres amor, y fuente de todo amor,
Tú que conoces el corazón de los jóvenes,
Tú has puesto en nuestro corazón
la capacidad de amar y ser amado,
Tú sabes que las pasiones hacen olvidar
el verdadero sentido del amor y
que tenemos que luchar para conservar
un corazón puro y amante.

Concédenos, no envilecer el amor,
haznos comprender todo el egoísmo
que se esconde a veces en esta palabra,
danos un amor limpio y sencillo,
enséñanos la dignidad del amor.

No permitas que jamás profanemos en el pensamiento,
en el corazón, en el cuerpo, este don de vida que nos has confiado,
bendice y purifica nuestro amor para que,
si es tu voluntad, algún día lleguemos a ser esposos y padres.

Amén.

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