Con más de 1.4 millones de reproducciones, el video “Patrona de Latinoamérica” es uno de los más populares en el mes de María. ¿Quién está detrás de estas hermosas ilustraciones? Conoce a la joven artista y el camino de fe que la llevó a dedicar sus dones a Dios.
La joven argentina, Gabriela Oviedo, compartió en su cuenta de Instagram un video con las ilustraciones que elaboró de la Virgen, en las diferentes advocaciones marianas que son patronas de Latinoamérica y el Caribe.
En los dibujos podemos ver a Nuestra Señora de Luján, Nuestra Señora de Guadalupe, Nuestra Señora de Coromoto, Nuestra Señora del Carmen, Nossa Senhora da Conceição Aparecida, la Virgen del Quinche, la Virgen de Chiquinquirá, Nuestra Señora de la Merced, la Virgen de Caacupé, Nuestra Señora de Los Ángeles, la Virgen de los 33, Nuestra Señora de la Altagracia, Nuestra Señora de Suyapa y a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.
El video ha impactado a los usuarios y ya llega a 88 mil likes.
Pero, que lleva a una joven a dedicar sus talentos a la evangelización. ChurchPOP conversó con Gabriela, más conocida como Gabi, sobre su camino de fe.
Una joven artista y su camino de fe
Gabi señaló que desde pequeña era capaz de dibujar y mientras fue creciendo, su talento fue sobresaliendo, llegando en la escuela primaria a copiar obras de dibujantes reconocidos con gran precisión.
“Durante un tiempo imaginé que podía estudiar Bellas Artes pero claramente no estaba en los planes de Dios que lo hiciera”, indicó.
Al crecer, Gabi dejó de ilustrar y pintar, sentía que había un vacío en su trabajo.
“Sentí que lo que hacía no estaba dando frutos, si bien tuve muestras y algunas ventas, había un vacío que no lograba llenar. Le puse pausa a mis ganas de dibujar para concentrarme en otras áreas de mi vida”, resaltó.
Pero fue en un retiro de Adviento, que el Señor le indicaría que quería de ella y sus dones.
“Un día, durante la Hora Santa frente al Santísimo en un retiro de Adviento, sentí un llamado muy fuerte del Señor donde me invitaba a pintarlo. Al otro día compré los materiales y pinté la Custodia con la hostia rodeada de flores de mburucuyá, una flor nativa de sudamérica, y flores de ceibo, la flor nacional de Argentina. Esa pintura fue mi regalo de Navidad adelantado: de mi parte para el Señor, y de parte del Señor para mí. Ese día de 2019 escribí ‘deseo vivir de dibujar para Dios’ y acá estoy un par de años después”.
Su dedicación a la ilustración religiosa la llevó a retratar a la Virgen María, en sus diferentes advocaciones.
“Comencé con La Virgen De Luján abrazando a la Argentina y desde ahí no pude parar... tenía que dibujar a La Virgen de Guadalupe junto a México, a Nossa Senhora De Aparecida junto a Brasil ¿cómo iba a dejar afuera a los demás países? ¿cómo iba a dejar afuera advocaciones que mueven la fe de tantas personas? Sobre todo de aquí, Latinoamérica, donde la devoción y el amor por la Virgen es tan fuerte”.
Conocer para amar: Su proceso de trabajo
Gabi señaló que, para lograr realizar correctamente sus dibujos, realiza una investigación previa, donde se nutre de información sobre el santo, la advocación mariana o el momento de la vida de Jesús que va a ilustrar.
“No se puede amar lo que no se conoce y no puedo ilustrar lo que no amo. Con las advocaciones marianas siempre googleo si son o no aprobadas por la Iglesia, cuál es la historia, cuál es el mensaje.
Con las Virgencitas de Latinoamérica sucede lo mismo, en mis ilustraciones trato de incluir elementos culturales de cada país, su flor nacional, su ave nacional (mi carisma franciscano me gana siempre), al leer sobre el patronazgo de la Virgen sobre un país leo también sobre la historia de este país para que no sea simplemente una imagen de la Virgen abrazando a un país en particular, sino para que sea ‘Una más’ de entre las personas que la siguen en dicho territorio”.
“El resto es oración. Cuando estoy dibujando paso gran parte del tiempo rezando, mi dibujo es mi Rosario: ‘este manto me llevó 10 Avemarías’. Cuando uno hace las cosas desde un lugar de oración, se nota en el resultado final”.
Gabi, que es muy cercana a la Virgen de Luján, la Virgen de los Ángeles y Nuestra Señora de Częstochowa, sabe que su inspiración para realizar sus dibujos marianos es simplemente la misma Virgen.
Sin embargo, cuando los días son malos, el conocer de personas que han sido tocadas por su trabajo la animan a seguir adelante, especialmente cuando los niños se emocionan ante sus ilustraciones.
“Creo que todo lo que hago, a largo plazo, es para contribuir con lo que se me ha dado. Tengo fe en un Dios bellísimo que sólo sabe crear belleza y que nosotros, creados a Su imagen y semejanza, llevamos la misma fuerza creadora del Creador para también ser capaces de cosas bellas”.
Poner los dones al servicio de Dios
Gabi señaló que no hay un momento ideal para dar los dones a la evangelización, y animó a aquellos que ya han puesto sus talentos al servicio de Dios a no desanimarse, la meta que buscamos no está aquí, sino en el cielo.
“No hay que esperar al ‘momento ideal’ para compartir nuestros dones artísticos, sobre todo si lo hacemos para Él, porque ese ‘momento ideal’ nunca llega. ‘Cuando tenga más práctica’, ‘cuando tenga más seguidores en las redes sociales’, ‘cuando mejore la técnica’, esos ‘cuando’ son todos los días, por eso hay que empezar de inmediato. Y una vez que uno tiene la iniciativa y se pone en movimiento, el Señor hace el resto.
Y a quienes ya pusieron sus dones artísticos al servicio de Dios también les aconsejo algo: no desanimarse. Nosotros no estamos hechos para el mundo, y el mundo puede perseguirnos así como persiguió a Jesús primero. Nuestra meta está más allá. Por supuesto que desanima no poder vivir plenamente de esto, desaniman los comentarios negativos en las redes sociales, desanima ver cómo en otras áreas u otras temáticas se invierte más y les va mejor; pero debemos recordar que nuestra recompensa está del otro lado”.