Si buscas fotografías de Santa Teresita de Lisieux, puede causar curiosidad encontrarla vestida con armadura, empuñando una espada y portando un estandarte. ¿Sabías que estaba disfrazada de Juana de Arco? Conoce la historia detrás de este momento único.

Santa Teresita era muy cercana a Juana de Arco, la valentía de la mártir francesa tuvo un gran impacto en su vida, cómo ella misma señala en su autobiografía “Historia de un alma”:

“Al leer los relatos de las hazañas patrióticas de las heroínas francesas, y en especial las de la Venerable Juana de Arco, me venían grandes deseos de imitarlas. Me parecía sentir en mi interior el mismo ardor que las había animado a ellas y la misma inspiración celestial”.

Ese gran cariño por Juana de Arco, llevó a Santa Teresita a escribir dos obras en su honor: “La misión de Juana de Arco” y “Juana de Arco cumple su misión”, y varios poemas, cómo el “Cántico para obtener la canonización de la Venerable Juana de Arco”.

Luego de ingresar en el Carmelo, Santa Teresita presentó una de sus obras a sus hermanas religiosas, interpretando el papel de la mártir francesa.

Las imágenes fueron tomadas en el patio de la sacristía el 21 de enero de 1895 por Céline, hermana mayor de Santa Teresita, que también ingresó a la vida religiosa tomando el nombre de Hermana Genoveva de la Santa Faz.

En alguna de las fotografías se puede apreciar a la joven santa portando una espada y un estandarte, junto a una pequeña estatua de madera de Nuestra Señora de la Providencia, que era considerada milagrosa.

En otra, de la que lamentablemente solo se conserva una fina franja donde aparece Santa Teresita, se la aprecia vestida de Juana de Arco con una corona de flores.

Además, se conservan imágenes donde Santa Teresita se encuentra encadenada, representando a Juana de Arco en la prisión. Una de ellas acompañada de su hermana, que estaba disfrazada de Santa Margarita.

Esta última imagen sería enviada unos años después por la misma santa a “Diana Vaughan”, una supuesta mujer que había abandonado un culto satánico para convertirse al catolicismo.

Sin embargo, esta persona nunca existió, sino fue un engaño de Léo Taxil, un periodista anticlerical que buscó burlarse de la Iglesia.

La hermana Theresa Aletheia de las Hijas de San Pablo explicó la historia en una publicación de 2019:

“Recientemente me enteré del trasfondo de mi foto favorita de Santa Teresita interpretando a Juana de Arco, cuando un amigo me contó su historia. Es fascinante.

Aparentemente, un hombre bajo el nombre de Léo Taxil publicó varias autobiografías que narraban conversiones de masones al catolicismo. La más popular fue la autobiografía de Diana Vaughan, cuya conversión, según decía, fue influenciada por Juana de Arco.

La historia de Diana fue increíblemente popular y llegó a los muros del Carmelo. A Teresita le encantó su historia y le envió a Diana esta foto de ella interpretando a Juana de Arco.

En abril de 1897, Léo Taxil organizó una conferencia de prensa y reveló ante una multitud de 400 personas que él era Diana Vaughan.

Todo había sido una farsa para demostrar la credulidad de los católicos franceses. ¿Su recurso visual aquella noche? Una imagen proyectada de esta fotografía de Teresita, como símbolo del ingenuo creyente religioso.

Fue una humillación terrible para Teresita. Rompió la carta que había recibido de ‘Diana’.

Meses después, Teresita se enfrentaría a la muerte. En sus últimos días, luchó con una gran oscuridad, experimentando lo que viven aquellos que no creen. Sin duda, esa experiencia estuvo influida por su reciente humillación.

Pero Teresita ofreció valientemente este ‘pan de la tristeza’ por quienes no creen. A pesar de sus amargas pruebas, sabía que la Luz se encontraba al otro lado de la oscuridad”.

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