Santo Tomás de Aquino es uno de los más grandes teólogos de todos los tiempos.

Escribió Summa Theologica, una recopilación de todas las enseñanzas de la Iglesia que contiene miles de páginas.

El santo compuso pruebas de la existencia de Dios. Destacó la armonía de la fe y la razón, mostrando cómo nada de lo que enseña la Iglesia Católica contradice la lógica o la razón.

Entonces, ¿por qué se le considera el “Doctor Angélico” y qué significa eso para los católicos de hoy?

Bueno, no hay una explicación oficial, pero la tradición sostiene que, además de sus extensos escritos sobre los ángeles, podría deberse a esta asombrosa historia:

Antes de que naciera Santo Tomás de Aquino, se dice que un ermitaño le dijo a su madre que su hijo sería tan erudito y tan extraordinario en santidad que no encontraría a nadie igual a él.

Su familia, de nobleza, lo envió a la escuela, donde demostró ser un estudiante excepcional. Su corazón, sin embargo, anhelaba la vida religiosa, y se unió a los dominicos.

Indignados ante la idea de que Santo Tomás se convirtiera en un pobre predicador, su familia lo secuestró, lo encerró en la torre de su castillo e incluso envió a una mujer para seducirlo, convencidos de que estaría lo suficientemente tentado para abandonar la vida religiosa.

Pero él echó a la mujer con un atizador de la chimenea, marcó la Señal de la Cruz en la puerta y cayó al suelo, orando por la pureza y la castidad.

Según los informes, Santo Tomás entró en un gran sueño y recibió una visión de dos ángeles, quienes lo ceñiron con un cordón de castidad, para nunca ser vencido. Por la gracia de Dios, pudo sobresalir en la virtud, especialmente en la pureza y la castidad.

Incluso hoy en día, la  Confraternidad de Guerra Angélica  existe para orar por la castidad y la pureza de hombres y mujeres en todo el mundo.

¡Tú también puedes  unirte a esta cofradía  ! En un mundo que glorifica el comportamiento sexual desordenado, la promiscuidad y los pecados de la carne, existe una necesidad desesperada de que las familias oren por protección.

La Oración de Santo Tomás de Aquino por la Pureza

Querido Jesús,
sé que todo don perfecto,
y especialmente el de la castidad,
depende del poder de tu providencia.
Sin Ti, una mera criatura no puede hacer nada.
Por tanto, te suplico que defiendas, por tu gracia,
la castidad y pureza de mi cuerpo y alma.
Y si alguna vez he sentido o imaginado algo
que pueda manchar mi castidad y pureza,
bórralo, Supremo Señor de mis poderes,
para que avance con puro corazón en Tu amor y servicio,
ofreciéndome en el purísimo altar de Tu divinidad
todos los días de mi vida.

Amén.

Este artículo apareció originalmente en  “El libro de oraciones para padres cansados: formas prácticas de crecer en el amor de Dios y llevar a su familia al cielo”  (c) 2022 David y Debbie Cowden. Reproduzca solo con permiso: “no robarás”.

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