El influencer católico Pablo García anunció que dejará las redes sociales para comenzar una nueva etapa: ingresar al seminario y discernir su vocación sacerdotal. Su mensaje de despedida conmovió a miles de seguidores, quienes le expresaron su apoyo y oración en este nuevo camino.
En un video publicado el 31 de agosto, Pablo comunicó esta decisión que marca un antes y un después en su historia. En sus propias palabras, aseguró que la fama, la comodidad o los logros materiales no llenan su corazón si no responden al llamado más profundo de Dios.
“Para mí ese es el verdadero éxito en la vida: hacer y vivir la vida que un día Dios pensó para mí; hacerle caso a su voz en mi corazón más profundo”, señaló.
Tras casi cuatro años en redes sociales, Pablo agradeció todos los mensajes y el apoyo de tantas personas que se han acercado a él. Confesó que no siempre pudo responder a todos, pero valoró cada testimonio recibido como una muestra del obrar de Dios.
“Sin duda el mayor regalo que me llevo de esta cuenta son los milagros, continuos, de personas contándome y abriéndome su corazón. Acercamientos a la fe, inquietudes y, por supuesto, desahogos”.
Este es el mensaje de despedida de Pablo:
“Bueno, pues no sabía si este momento llegaría algún día, pero la realidad es que ese día ha llegado, y es hoy. Así que, básicamente hago este vídeo para despedirme, para despedirme de Instagram, con todo lo que eso conlleva, y cerrar esta etapa de mi vida. Ha sido una etapa en la que he aprendido muchísimo, me lo he gozado, he disfrutado, me llevo personas extraordinarias, pero que ahora, se tiene que cerrar, y se cierra por otro capítulo muy ilusionante: de no estar en el foco, de silencio, de oración, de hábitos, de rutina, una vida radicalmente distinta.
Básicamente porque, en unas semanas, voy a entrar al seminario. Y, si Dios quiere, en unos años, si Dios quiere, seré sacerdote. No ha sido una decisión sencilla, lógicamente, pero estoy muy tranquilo, la verdad, y feliz, y contento, y con mucha paz. Sé también que es una decisión que el mundo puede no entender. Me va bien en la vida: mis viajes, mis cosas, mi coche, tengo dinero, tengo un trabajo que es la leche, el sueño de muchísimas personas. Pero, ¿de qué me sirve todo eso si en el fondo de mi corazón hay otra cosa?
Entonces, que esos viajes, ese coche, ese piso, familia, lo que sea, son cosas buenas, pero no es lo que yo tengo en el corazón. Y yo lo que tengo en el corazón es una vida de entrega, al servicio de los demás, una entrega completa y una entrega con un nombre, que es el sacerdocio. Así lo veo yo. Y, además, que no es que me haya levantado yo esta mañana y haya decidido esto, lógicamente no, pero mi decisión se basa y descansa en una certeza, y es la de que el que apuesta por el Señor no se equivoca. A lo mejor mi vida no va por ahí y no es el sacerdocio el día de mañana. No lo sabemos, no lo sé. Yo creo que sí. Pero el que apuesta por Dios tiene la certeza —al menos yo la tengo— de no equivocarse.
Bueno, ya está, tampoco voy a pedalear mucho. Entiendo que muchas personas puedan no entenderlo, otras muchas sí. Pero es que, para mí, el éxito en la vida no es esto, no es Instagram, no es tener dinero, no es que te reconozcan por la calle. O sea, son cosas buenas y está muy bien, pero para mí el éxito, el verdadero éxito, está en vivir la vida que Dios pensó para mí. Y yo creo, pues, que por aquí van los tiros.
Han sido 4 años de la leche. Me lo he gozado, he disfrutado muchísimo, pero ahora empieza otra etapa, otra etapa en la que estoy muy ilusionado, como he dicho antes. Por otra parte, hay otras cosas que me dan pereza — lo cortés no quita lo valiente—, pero bueno, que sobre todo responde a un deseo insaciable que tengo en el corazón de querer al Señor. Yo lo único que quiero en esta vida es ser santo, y ya está. Y todo lo demás va detrás, y me sobra, te diría.
Quería mandarte un abrazo a ti, que igual acabas de llegar o llevas aquí casi 4 años. Me ha servido mucho, para mi vida de oración, de piedad, de luchar por hacer las cosas bien, aunque luego yo sea un notas y un matado. Eso se lo digo yo mucho al Señor: digo, ‘Señor, pero ¿por qué me llamas a mí, que soy un zopenco?’. Pero eso ya se apañará Él, y Él sabrá.
En fin, que ya está, que muchas gracias por todo, que ha sido la leche, que ahora empieza una vida que es la leche también, y que muchísimas gracias. Te caiga bien, mal o regular; a los haters, a la gente que me ama, yo qué sé, a todo el mundo, pues que un abrazo enorme, que gracias por todo, y que nada, que estamos felices. Como diría Luka Modric: ‘No llores porque se terminó, sonríe porque sucedió’. Reza por mí. Chao”.
Pablo adelantó que durante septiembre seguirá activo en su cuenta para cumplir compromisos pendientes y responder dudas de sus seguidores, aunque no asegura si regresará a las redes en el futuro.
En el texto que acompaña el video pidió una sola cosa: oración.
“Lo que te pido es que si quieres, que reces por mí. Para que no me guarde nada. Para que mi entrega sea entera, aunque no vea resultados ni frutos. Para que, también en los momentos malos, me repita una y otra vez: solo Dios basta”.
El video ya ha superado los 84 mil me gusta en menos de un día y se ha llenado de mensajes de ánimo y oración.
“Que sea una etapa llena de saberte amado”.
“Enhorabuena por esta gran noticia! Que tengo que decirte que me la olía😉. Me has hecho reflexionar de nuevo… Dios “quita” para dar algo mucho más grande. Ese run run del corazón que no te deja en paz hasta que haces su voluntad. Entiendo la obra grande que Dios tiene para ti. Eres un regalo para el mundo! Gracias por ser fiel a Dios y por mostrarlo sin tapujos ni complejos. ¡El 100 por uno está en marcha! A por ello!! Desde hoy en nuestras oraciones!”.
“¡Enhorabuena Pablo! ¡Qué alegría! Eres maravilloso y un gran ejemplo! ¡Claro que rezamos por ti y por todos los seminaristas! Un fuerte abrazooo crack!”.