¿Piensas que puede ser demasiado tarde para que alguien se convierta al catolicismo? La historia de esta anciana que decidió hacerse católica en el último tramo de su vida demuestra que Dios siempre tiene la última palabra.
En un artículo escrito para National Catholic Register, Patty Maguire Armstrong entrevistó a Betty Baker de Clarkson y su hija, quienes compartieron su conmovedora historia de fe.
Betty vive en Kentucky, Estados Unidos, tiene 87 años y fue recibida en la Iglesia Católica durante la Vigilia Pascual de la última Semana Santa.
Su hija, Lisa, compartió un emotivo tweet sobre la conversión de su madre.
"Mamá es oficialmente católica ahora. Aquí estamos juntas en el salón de la Iglesia después de su Confirmación y Primera Comunión", compartió Lisa a través de Twitter.
Betty había sido criada en el protestantismo y bautizada por esa fe a los 13 años. Pero su historia de conversión al catolicismo comenzó allá por el año 2000, cuando, tras el fallecimiento de su esposo, comenzó a pasar más tiempo visitando a Lisa -quien era católica- y se unió a ella ocasionalmente para la Misa.
“Creí todo lo que escuché”, dijo Betty. “Cuando mi hija y mi nieta, Bethany (Wagner), me preguntaron si me gustaría ser católica, oré y le pregunté a Dios qué quería que hiciera, y supe que era lo correcto para mí”.
Se inscribió en el programa de la Orden de Iniciación Cristiana de Adultos (OCIA) y aprendió cosas que nunca había oído sobre la Santísima Madre, la Confesión, la Eucaristía y el Purgatorio.
“Todo se sentía bien en mi corazón”, comentó. Incluso descubrió la belleza de la liturgia y el arte sacro.
“Me senté en la Basílica de la Inmaculada Concepción en Washington, DC, y sentí la presencia de Dios”, dijo. “Siempre he tenido un sentimiento especial por las catedrales y la música clásica. Nunca he entendido por qué algunas religiones no entienden que las hermosas catedrales son para la gloria de Dios”.
El ejemplo de la hija fue su camino a la Iglesia
“Vi la fidelidad de mi hija y nieta, Bethany”, confesó Betty. Y es que Lisa comenzó su viaje al catolicismo en el año 1992.
“Nos alegramos de que ella encontrara a Jesús”, dijo Betty. “Mi esposo era una persona maravillosa. Él le había dado una Biblia cuando era joven y le había dicho que la leyera. Por eso siempre digo que hay que predicar con el ejemplo”.
Después de un largo camino, la anciana de 87 años recibió la Primera Comunión y la Confirmación en la Vigilia Pascual.
“Sentí la presencia de Dios tan fuerte”, comentó Betty. “Me da lágrimas en los ojos solo de hablar de eso. Tuve lágrimas durante el servicio, al darme cuenta de que estaba entrando en una nueva vida”.
Su hija está feliz de que su madre se animara a dar el paso más importante de su vida. “Me alegré por ella porque llegó a la plenitud de la verdad y ahora sabe que papá en el cielo puede escucharla. Antes, ella creía eso, pero las iglesias a las que iba no lo enseñaban”, dijo Lisa.
“Todas las cosas con las que la gente tiene problemas, como la Confesión, el Purgatorio y la Santísima Madre, eran tan fáciles de creer para ella. Nunca discutí con ella, ni la empujé, ni nada por el estilo. Simplemente la invité a misa y le compartí lo que la fe católica significa para mí personalmente”.
¿Qué piensas de esta historia de conversión?
Este artículo fue traducido y adaptado de National Catholic Register.