“Experta” es una palabra que Susan Tassone no aceptaría pero, en los hechos, puede decirse que es especialista en las almas del purgatorio. Escribió numerosos libros sobre el tema, uno de ellos prologado por el cardenal Ivan Dias, ex prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

En una interesante entrevista concedida hace algunos años a National Catholic Register, esta experta del purgatorio explicó las mejores formas para ayudar a los difuntos.

El santo sacrificio de la Misa es la principal fuente de devoción para las almas santas“, afirma Susan Tassone. Esta afirmación parece obvia –no hay nada mayor que ofrecer al Padre que el sacrificio incruento de Su Hijo– pero muchas veces se deja de lado por preferir formas de devoción privada.

La autora señala que la Iglesia lo explica claramente en el catecismo que “desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico” (CIC 1032).

Y después de la Santa Misa, ¿Qué es lo qué es lo que más ayuda a las almas del purgatorio?

“La siguiente forma más poderosa de ayudar a las almas es el Rosario, la oración mariana más poderosa en la tierra – en sus apariciones aprobadas, María dice rezar el Rosario por la paz en el mundo, en sus corazones, en su familia – y el Vía Crucis, porque son indulgentes”.

DIOS “PONE EN NUESTRA MANO LOS MEDIOS PARA AYUDARLOS. SOMOS SU ÚNICO RECURSO. TENEMOS LA OBLIGACIÓN DE ORAR POR NUESTROS SERES QUERIDOS”.

Sin embargo recuerda: “Tienes que estar en estado de gracia para ayudar a las almas del purgatorio”.

“Cuando oramos por las almas, debemos recordar que les estamos dando el paraíso, el rostro de Dios, cuando los saquemos antes del purgatorio. Nuestras oraciones están acortando este horrible sufrimiento de estar sin Dios. Luego nos muestran su gratitud en la misma proporción que su alegría”, señala la experta.

Las almas del purgatorio, ¿pueden ayudarnos? 

Susan Tassone sugiere que nuestra oración por las almas del purgatorio nos crea alguna especie de relación con ellas. Citando al Catecismo, menciona que “Nuestra oración por ellos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor” (CIC 958).

En otras palabras, “no pueden ayudarse a sí mismas, pero pueden orar por nosotros. Entonces, cuanto más oramos por ellos, más efectiva es su intercesión por nosotros”.

Y agrega: “Debido a su gran amor por nosotros, no solo están ansiosos por dejar el purgatorio, están más preocupados por nuestra salvación, especialmente la salvación de sus seres queridos. Pueden interceder por nosotros mientras estamos en el purgatorio.

Sus oraciones nos ayudan a reconocer nuestros pecados y nos ayudan a comprender la malicia de los pecados. Y así nos reprochan a través de inspiraciones del Espíritu SantoQuieren que seamos santos y santos aquí. No quieren que vayamos al verdadero purgatorio”.

¡Ahora conoces cómo ayudar a las almas del purgatorio y obtener su intercesión!

Este artículo fue publicado originalmente en National Catholic Register.

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