Cuando hablamos de padres de familia que llegaron a ser santos, pensamos que, por excelencia, San José y Santa María son los modelos a seguir.
Sin embargo, en la historia de la Iglesia existen muchos más testimonios de padres de familia que lograron vivir virtuosamente la fe cristiana y llegaron a los altares.
Aquí te presentamos algunos de ellos:
Santos Zacarías e Isabel:
Fueron los padres de San Juan Bautista. Fueron justos a los ojos de Dios y seguían fielmente los mandamientos.
Santos Maris y Marta:
Fueron una pareja pertenecientes de la nobleza persa en el siglo III. Junto con sus hijos, Abaco y Audifax, ayudaron a los cristianos perseguidos a esconderse. Al ser descubiertos fueron ejecutados obteniendo la corona del martirio.
Santos Edwino de Northumbria y Ethelburga de Kent:
San Edwino de Northumbria fue rey en las tierras norteñas de Inglaterra. Junto a su esposa Ethelburga, fueron claves en la conversión al cristianismo de esta región.
Pidamos la intercesión de estos santos por el bienestar y conversión de las familias en el mundo, para que sean escuela de santos para la Iglesia.
Santos Gordiano y Silvia:
Fueron los padres de San Gregorio Magno, considerado uno de los más grandes padres y doctores de la Iglesia.
Cuando su padre, San Gordiano, muere, San Gregorio Magno convierte la casa familiar en un monasterio. Su madre se retiró a tener una vida eremítica de oración y contemplación.
Santos Luis Martín y Celia Guérin:
Son los padres de Santa Teresita de Lisieux, y fueron el primer matrimonio en ser canonizado en la misma ceremonia.
Construyeron el ambiente suficiente de servicio y piedad como para criar a una de las más grandes doctoras de la Iglesia y otras vocaciones a la vida consagrada.
Llevaron una vida matrimonial ejemplar: oración, Misa diaria, confesión frecuente, vida parroquial, etc.
San Gregorio y Nonna:
Ellos son los padres de tres santos: San Gorgonio, San Cesareo y San Gregorio de Nazianzo, Doctor de la Iglesia.
Fue Santa Nonna quien se convirtió primero, ya que el esposo pertenecía a una secta judío-pagana. Pero ella logró ser una pieza clase en su conversión al cristianismo.
San Aquila y Priscila:
Fue una pareja judía en Roma que tuvo la oportunidad de hospedar a San Pablo en su viaje a Corinto. Lo más probable es que este santo haya sido su padre en la fe.
Ellos le acompañaron en su viaje a Éfeso, en una época donde los cristianos se reunían en casas y cuevas. El hogar de esta pareja santa fue uno de esos lugares. Ellos fueron martirizados en Roma.
San Joaquín y Santa Ana:
Son una de las parejas santas más conocidas en la Iglesia. Son los padres de la Virgen María.
Educaron a su hija en la fe, marcando la preparación de Santa María en su amor a Dios.
San Vicente y Waltrudis:
Vivieron en el siglo VI y fueron los padres de cuatro santos: San Landeric, Santa Madalberta de Meubeuge, Santa Adeltrudis de Meubeuge y San Dentelin.
Cuando sus hijos fueron adultos, ambos decidieron separarse sin disolver su matrimonio para ambos servir a la Iglesia.
San Isidro el Granjero y María de la Cabeza:
Fueron esposos campesinos que vivieron con gran humildad y devoción a la Virgen María. Asimismo vivieron un gran espíritu de caridad hacia los más necesitados.
Cuando su hijo cayó a un pozo y estuvo en peligro de muerte, rezaron con gran devoción y el agua del pozo empezó a subir. Su hijo apareció vivo en una canasta, flotando en el agua.