¿Estas enfrentado dificultades en la escuela? La vida de estos santos y su intercesión te ayudarán a mejorar tu experiencia educativa y ahorrarte mucho estrés.
El año escolar avanza y va creciendo los desafíos propios de la escuela. Afortunadamente para nosotros, Dios nos proporciona amigos celestiales para ayudarnos en estos desafíos académicos: ¡los santos!
Los santos son uno de los grandes regalos de Dios para la humanidad y debemos confiar en su intercesión en todos los aspectos de nuestras vidas, incluyendo la escuela.
El testimonio de los santos puede ayudarnos a enfrentar las dificultades en los estudios
1. Santo Tomás de Aquino
Cualquier persona relacionada con la educación, ya sea estudiante o profesor, debería conocer a Santo Tomás de Aquino. Es posiblemente la mente más brillante que jamás haya dado la Iglesia. A lo largo de su vida, Aquino compuso numerosas obras, siendo la más notable la Summa Theologica.
En todas sus obras, Aquino demuestra su deseo de conocer la verdad en todas las cosas. La búsqueda de la verdad es el objetivo final de la educación, y puede ayudarnos a acercarnos a aquel que es la Verdad misma, Jesucristo.
Santo Tomás de Aquino nos ayuda a centrar nuestros estudios en la Verdad en cada campo académico. Ya sea que estés enseñando una nueva lección o estudiando una nueva materia, siempre es sabio buscar su intercesión.
Para obtener información adicional sobre el "Doctor Angélico", consulta el libro de G.K. Chesterton "Santo Tomás de Aquino".
2. Santo Juan Berchmans
Uno de los grandes vicios que prevalecen en las escuelas es el chisme, y es un desafío que enfrentan tanto los estudiantes como el personal docente.
Santo Juan Berchmans fue un gran estudiante, pero su cualidad más destacada fue su capacidad para decir lo bueno de los demás. Si Berchmans presenciaba que un compañero de clase era reprendido por una indiscreción, inmediatamente decía algo positivo sobre él, para frenar cualquier habladuría negativa.
El chisme es perjudicial porque daña la reputación de una persona. Berchmans nos proporciona un antídoto contra este vicio terrible. Nos recuerda que debemos tener palabras amables para todos, especialmente para aquellos que son más difíciles de amar.
3. Santo José de Cupertino
Las pruebas son una de las realidades desafortunadas de la escuela. Sin embargo, tomar exámenes podría ser menos estresante si llegas a conocer a San José de Cupertino.
José tuvo una educación deficiente en su juventud y continuó luchando académicamente mientras perseguía una vocación religiosa con los franciscanos. A pesar de que no era un erudito, José se esforzó incansablemente en sus estudios. Sin embargo, su tremendo esfuerzo dio poco fruto.
El santo sabía que Dios proveería, por lo que, cuando se enfrentó a su examen final que determinaría si era apto para el sacerdocio, le pidió al Señor que solo le hicieran las preguntas para las que conocía las respuestas.
Al día siguiente fue examinado. Solo le hicieron una pregunta, y era sobre el pasaje que había memorizado del Evangelio de Lucas. José pasó su examen y fue ordenado sacerdote.
4-10. Los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de María
La Orden de los Servitas fue fundada por estos siete hombres santos después de que recibieron una visión de la Madre de Dios, en la fiesta de la Asunción. Para discernir el significado de esta visión, se dedicaron a la oración, donde recibieron otra visión de María en la que revelaba su deseo de que fundaran la Orden de los Siervos de María.
La planificación es un elemento esencial que impregna cada año escolar. Profesores y estudiantes pasan generosas cantidades de tiempo planeando eventos, proyectos y otras actividades. Todos estos pueden ser momentos de gracia y santificación si estamos abiertos a la voluntad de Dios.
A través de su testimonio, los siete fundadores, Bonfiglio Monardi, Bonaiuto Manetti, Amadio de Amadei, Ugoccio de Ugoccioni, Sostenio de Sosteni, Maneto d'Antela y Aleixo Falconieri, nos muestran que podemos santificar todas nuestras actividades diarias, incluso aquellas que requieren que participemos en grupos.
No dudes en pedir la intercesión de estos santos con frecuencia.