Hoy, como todos los 4 de agosto, celebramos a uno de los grandes santos de la Iglesia Católica, San Juan María Vianney, más conocido como el gran Cura de Ars, patrono de los párrocos.
Es conocido como un modelo a seguir para todos los sacerdotes. Trabajó incesantemente, con humildad, amabilidad, paciencia y buen humor por los pobres y más necesitados, tanto en lo material como en lo espiritual.
“Te amo, oh mi Dios”
Él compuso la siguiente oración que engloba el deseo de amar de los hombres hacia su Creador. Te lo compartimos, quizás te pueda ayudar a expresar tu amor a Dios:
Mi único deseo es amarte
hasta el último suspiro de mi vida.
Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios,
y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti.
Te amo, oh mi Dios, y mi único temor es ir al infierno
porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor,
oh mi Dios,
si mi lengua no puede decir
cada instante que te amo,
por lo menos quiero
que mi corazón lo repita cada vez que respiro.
Ah, dame la gracia de sufrir mientras que te amo,
y de amarte mientras que sufro,
y el día que me muera
no solo amarte pero sentir que te amo.
Te suplico que mientras más cerca estés de mi hora
final aumentes y perfecciones mi amor por Ti.
Amén.