La historia de la doctora Genowefa Abłażej es un ejemplo de lucha por la vida, su testimonio impresionó al mundo y recibió un reconocimiento por parte de San Juan Pablo II por proteger a los no nacidos.

El Padre Dariusz Śmierzchalski-Wachocz, miembro de la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Szczecin (Polonia), resaltó en un artículo de National Catholic Register la impresionante vida de Genowefa.

El padre Dariusz indicó que en 1956, Polonia se encontraba bajo un gobierno comunista que promovía leyes a favor del aborto y el control de la natalidad.

“El impulso del Partido para promover el aborto se encontró con un obstáculo por parte de médicos que se negaron a participar en el”, agregó.

Entre estos médicos “rebeldes”, estaba Genowefa, que había completado sus estudios en medicina en 1950 y trabajaba en el Hospital del Condado de Szamotuły (Polonia) como directora de la División de Obstetricia y Ginecología.

“Dedicada por completo a su trabajo, ayudó a bebés a venir al mundo y explicó a las mujeres que cada niño tenía derecho a la vida, ofreciendo la opción de la adopción a mujeres que no querían quedarse con sus bebés”.

“Su compromiso con su juramento hipocrático y sus convicciones provida finalmente la enfrentaron con el liderazgo del hospital, que la despidió en medio de ataques en la prensa local”.

Al quedarse sin empleo, Genowefa decidió ir como misionera a Uganda, donde trabajó como obstetra y construyó una amistad con otras dos médicos polacas, Wanda Błeńska, que ayudaba a los leprosos, y Wanda Piotrkowska, radióloga.

Genowefa regresó en 1965 a Polonia y gracias al apoyo de una amiga de la infancia, logró trabajar como directora de la Unidad Ortopédica 3 de un sanatorio de rehabilitación para niños en Świebodziń.

El hospital buscaba a una médico que hablara inglés para trabajar con niños con polio, y a pesar de que el gobierno había eliminado a Genowefa de su lista de ciudadanía, el director del sanatorio luchó para lograr contratarla.

“A partir de 1972, también se involucró en la Clínica Familiar Católica en la Parroquia de San Miguel Arcángel en Świebodziń, hablando sobre el derecho a la vida en toda Polonia e incluso en Alemania Oriental, así como ayudando con la preparación matrimonial”, agregó el padre Dariusz.

Genowefa falleció el 8 de junio de 1988.

Meses antes de su muerte, San Juan Pablo II la honró con la medalla “Pro Ecclesia et Pontifice”, un reconocimiento que brinda la Iglesia a aquellos que han realizado un largo servicio a la Iglesia o al Papa.

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