En la actualidad, muchos habremos escuchado que ser humilde es tener baja autoestima o despreciarse. Sin embargo, la realidad es que esta virtud no es un símbolo de debilidad. Te presentamos 3 mitos que debemos eliminar sobre la humildad.

En un artículo de National Catholic Register, la periodista Patti Maguire Armstrong señaló que la humildad es el camino de los santos, es dejar de depender de uno mismo y dejar todo en manos de Dios.

“Es entender que todo proviene de Dios y que Dios es todo”.

Armstrong señaló que la humildad es la virtud que habría protegido a “Adán y Eva de pensar que podían desobedecer a Dios y volverse como Él”.

“A través de nuestra humildad y obediencia a Dios, el diablo es derrotado”.

Sin embargo, la humildad puede ser malinterpretada, siendo para muchos un sinónimo de debilidad y baja autoestima.

Por eso, Armstrong recordó 3 mitos sobre esta virtud que identificó el párroco de la Catedral del Espíritu Santo en Bismarck (Estados Unidos), P. Jared Johnson.

Mito 1: El alma humilde carece de confianza

“Las personas más humildes son algunas de las más seguras de sí mismas, y a veces algunas de las personas más orgullosas son las más inseguras”, señaló el sacerdote. “Las almas humildes saben que su vida depende de Dios y saben lo que valen, cosas duraderas y no pasajeras. Valoran al Señor por encima de todo”.

Mito 2: La humildad no es atractiva

“La verdadera humildad es atractiva”, explicó. “Es la persona humilde quien escucha y se preocupa por los demás, en lugar de enfocarse en sí misma y quedar bien”.

Mito 3: Las personas humildes quieren ser reconocidas como humildes

El P. Johnson explicó que querer parecer humilde es en realidad falsa humildad. Las personas que realmente han alcanzado esta virtud no buscan los elogios, sino hacer lo correcto.

“Nuestro mayor obstáculo para acercarnos a Dios es cuando confiamos más en nosotros mismos que en Él”, resaltó. 

El sacerdote indicó que al revestirnos de la humildad crecemos en confianza y nos permite acercarnos más a Dios.

“Cuando miramos un crucifijo, vemos a un hombre humilde que no está centrado en sí mismo. Vemos a un hombre que se dio a los demás. Imitemos esa humildad para experimentar a Dios en su plenitud”.

15 consejos para la humildad de Santa Teresa de Calcuta

Si hablamos de humildad, la persona que puede ser un claro ejemplo de esta virtud es Santa Teresa de Calcuta. Ella señaló que:

“Si eres humilde nada te tocará, ni elogios ni vergüenza, porque sabes lo que eres. Y si te llaman santo no te subas a un pedestal”.

Cuando era superiora de las Misioneras de la Caridad, esta santa elaboró una lista de formas de cultivar la humildad para las hermanas a su cuidado.

1. Habla lo menos posible sobre ti.
2. Mantente ocupado en tus propios asuntos y no con los de los demás.
3. Evita la curiosidad (se refiere a querer saber cosas que no deberían preocuparte).
4. No interfieras en los asuntos de los demás.
5. Acepta pequeñas irritaciones con buen humor.
6. No te detengas en las faltas de los demás.
7. Acepta censuras, incluso si no son merecidas.
8. Cede a la voluntad de los demás.
9. Acepta insultos y heridas.
10. Acepta el desprecio, ser olvidado y desatendido.
11. Se cortés y delicado incluso cuando seas provocado por alguien.
12. No busques ser admirado y amado.
13. No te protejas detrás de tu propia dignidad.
14. Cede en discusiones, incluso cuando tengas razón.
15. Elige siempre la tarea más difícil.

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