Nancy Charles llegó a Misa llena de miedo, sintiéndose fuera de lugar y a punto de irse. Pero una simple mirada al Santísimo Sacramento se convirtió en el inicio de una conversión que transformaría su vida para siempre.
En su cuenta de X, la directora de operaciones de Eternal Christendom compartió una experiencia reciente en la Adoración Eucarística que la llevó a recordar, con profunda gratitud, cómo comenzó su camino de fe.
Mientras permanecía sentada en silencio ante el Santísimo, fue testigo de algo que nunca antes había visto: el cambio de la vela roja que acompaña al Sagrario. Esta Lámpara del Santísimo, cuando está encendida, indica la presencia real de Jesús en la Eucaristía.
Aquel gesto sencillo despertó en ella el recuerdo de su conversión. Nancy explicó que su encuentro con Dios ocurrió precisamente al fijar la mirada en la vela roja que custodia el Sagrario. En ese momento de su vida, se describía a sí misma como un alma “profundamente perdida y profundamente fracturada”.
“Había llegado al límite en mi vida, y me encontré entrando casi por tropiezo a una Misa Tradicional en latín un domingo temprano por la mañana”, señaló.
Desde el primer momento, se sintió fuera de lugar. Confesó que su apariencia la hacía pensar que no encajaba y que todos la juzgarían. El miedo era tan grande que estuvo a punto de salir corriendo. Sin embargo, justo antes de hacerlo, algo captó su atención: la vela roja del Santísimo.
“Pensaba que todos me odiarían y me echarían por alguna razón. Por supuesto, en ese momento no sabía nada sobre el catolicismo ni sobre la Eucaristía… ni siquiera que esa vela roja tenía un significado. Pero… justo cuando estaba a punto de salir corriendo por la puerta, la vela roja captó mi mirada y no pude dejar de verla. Todo lo que escuchaba en mi cabeza, una y otra vez, era: ‘Sigue mirándome’”.
Poco después, comenzó a sonar el órgano y, de manera repentina, Nancy rompió en llanto como nunca antes lo había hecho.
“Sentí, en ese momento, el amor más radical que había experimentado en toda mi vida. Se sentía como si estuviera siendo sostenida profundamente, en el núcleo mismo de mi alma, por el propio Creador, y eso me rompió por completo de una manera que cambiaría toda la trayectoria de mi vida. Desde entonces supe que Jesús era real y que yo había sido creada para amar y ser amada por Él. Dejé todo atrás y comencé la catequesis con uno de los sacerdotes de la parroquia la semana siguiente”, resaltó.
Ese proceso de conversión, que inició el 19 de marzo de 2023, la llevó a recibir el Sacramento de la Confirmación el 29 de septiembre de ese mismo año.
Hoy, cada vez que se sienta ante el Santísimo Sacramento, la vela roja continúa conmoviendo su corazón. Para Nancy, esa luz silenciosa proclama una verdad que marcó su vida para siempre: “Él está aquí”.
Un gesto que la conmovió profundamente
Mientras observaba cómo el feligrés retiraba la vela para reemplazarla por una nueva y recordaba su conversión, notó que este se le acercaba con una pregunta inesperada: si quería llevarse a casa la vela antigua.
“Observé atentamente cómo el feligrés se acercaba a cambiar la vela por una nueva. Debí de tener una expresión de asombro en el rostro, porque se acercó directamente a mí y me preguntó si quería llevarme a casa la vela antigua, la cual, me dijo, todavía tenía alrededor de 10 horas de tiempo de combustión.
Esto me conmovió profundamente. ¿Quieres decir que la vela que veló fielmente por Nuestro Señor, desde su primer encendido hasta ahora, puede irse a casa conmigo y arder sus últimas 10 horas a mi lado?”.
En ese momento, al volver a mirar al Santísimo, las lágrimas llenaron nuevamente sus ojos.
“No pedí esto, ni jamás podría haberlo planeado. De algún modo, se sintió como un recordatorio silencioso del propio Jesús que me susurraba: ‘Sigo aquí’”.
Sitting in adoration today, I witnessed something I’ve never seen before. A parishioner was changing out the red candle that bears witness to Our Lords true presence in the Blessed Sacrament.
— Nancy Charles (@cancelwok3) December 29, 2025
For anyone who knows my story, my conversion happened as I was staring directly into… pic.twitter.com/V09wd24dAA
