En medio de tensiones e incertidumbres, un gesto silencioso de amor eterno tuvo lugar en Tierra Santa: tres jóvenes de la Comunidad Católica Shalom profesaron sus votos de celibato por el Reino de los Cielos.
La profesión se realizó en suelo sagrado, a pesar del clima de conflicto que aún marca la región. Un “sí” definitivo — pronunciado entre bombas y esperanzas.
Un amor que elige quedarse
La Comunidad Shalom está presente en Tierra Santa desde hace casi 25 años, con misiones activas en Haifa y Nazaret. En octubre, la misión celebrará oficialmente su jubileo de presencia evangelizadora en esta tierra de contrastes: donde el Verbo se hizo carne y donde tantos siguen sufriendo a causa de la violencia.
Fue en este contexto que tres misioneras de la Comunidad Shalom renovaron su “sí”, consagrando sus vidas al celibato como signo de entrega total a Dios y de disponibilidad para la Iglesia, donde sea necesario.
“Una elección de amor en tiempos de guerra”, escribió la Comunidad en sus redes sociales, invitando a los fieles a unirse en oración por estas jóvenes y por todos los cristianos que viven en Medio Oriente.
Un voto que habla de paz
En un mundo marcado por las rupturas, el celibato por el Reino de los Cielos es un testimonio de plenitud, confianza y amor entregado libremente. Cuando se profesa en una tierra herida por conflictos, se vuelve aún más profético: un grito silencioso por la paz, la reconciliación y la esperanza.
Que este testimonio nos mueva a la oración:
- Por la paz en Israel y Palestina
- Por la fidelidad de los misioneros y consagrados en tierras difíciles
- Por el despertar de nuevas vocaciones en medio del dolor del mundo