La vida cotidiana trae problemas y dificultades que muchas veces nos agobian y nos impulsan a mirar al Cielo y pedir a Dios ayuda para superarlas. En todos esos momentos el Papa Francisco tiene una advocación mariana a la que recurre para encontrar consuelo y un camino hacia el Señor: la Virgen Desatanudos.

Así comenzó el amor por esta devoción

Según relata National Catholic Register, en 1986, el padre Bergoglio viajó a Frankfurt, Alemania, para estudiar teología. Durante este año sabático alemán, visitó la Iglesia de San Pedro en Perlach, en Augsburgo, Baviera, donde vio la enigmática pintura del siglo XVII Nuestra Señora, Desatadora de Nudos.

No resulta claro por qué la imagen impactó tanto al padre Bergoglio, aunque se especula que en aquel momento luchaba con sus propios problemas personales como consecuencia de sus recientes experiencias como provincial jesuita.

Lo cierto es que aquel encuentro lo marcaría para toda su vida. De allí se llevó una pequeña imagen de la Virgen Desatanudos y difundió esta advocación en Argentina. Como arzobispo de Buenos Aires, tenía la costumbre de adjuntar a sus cartas una imagen de Nuestra Señora Desatadora de Nudos.

¿Por qué el Papa recomienda rezarle a la Virgen Desatanudos?

En una homilía del año 2013, el Papa Francisco animó a los fieles recurrir a la VIrgen Desatanudos:

Todos tenemos algunos de estos nudos, y podemos preguntarnos en el fondo de nuestro corazón: ¿Cuáles son los nudos en mi vida? ‘¡Padre, mis nudos no se pueden deshacer!’ ¡Es un error decir algo así! Todos los nudos de nuestros corazones, todos los nudos de nuestras conciencias, se pueden deshacer. ¿Le pido a María que me ayude a confiar en la misericordia de Dios, a deshacer esos nudos, a cambiar? Ella, como mujer de fe, seguramente te dirá: ‘Levántate; id al Señor: él os entiende.‘ Y nos lleva de la mano como una Madre, Madre nuestra, al abrazo de nuestro Padre, el Padre de las misericordias”.

Varios años después, en 2021, en ocasión de la coronación de la Virgen Desatanudos en Buenos Aires (Argentina), el Santo Padre envió una carta a que decía: “Con una oración, con un gesto o simplemente con una mirada de amor hacia Ella, tantos hijos suyos han recibido la paz, el consuelo y la fortaleza, han renovado la fe y la esperanza, y se han reencontrado con la Misericordia, la ternura y la cercanía de Dios”.

Oración a la Virgen desatanudos

Santa María desatadora de nudos
Santa María, llena de la presencia de Dios,
durante los días de tu vida aceptaste con
toda humildad la voluntad del Padre,
y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con
sus confusiones.
Ya junto a tu Hijo
intercediste por nuestras dificultades y,
con toda sencillez y paciencia,
nos diste ejemplo de cómo desenredar
la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como
Madre Nuestra, pones en orden y haces más
claros los lazos que nos unen al Señor.

Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra,
Tú que con corazón materno desatas los
nudos que entorpecen nuestra vida,
te pedimos que nos recibas en tus manos
y que nos libres de las ataduras y confusiones
con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo,
líbranos de todo mal, Señora Nuestra
y desata los nudos, que impiden nos unamos a Dios,
para que libres de toda confusión y error,
los hallemos en todas las cosas,
tengamos en Él puestos nuestros
corazones y podamos servirle
siempre en nuestros hermanos. Amén

Fuente de la oración: corazones.org.

¡Virgen Desatanudos, ruega por nosotros!

Comparte