En una ocasión, el Padre Núñez estaba siendo entrevistado en el programa de EWTN, “Nuestra Fe en vivo”. Mientras conversaban de temas diversos, el sacerdote recordó una peculiar anécdota en un avión.
El día en que el Padre Pedro Núñez conoció a un satanista en un avión
Le sorprendió su oración
En uno de sus tantos viajes, se topó con un hombre que oraba profundamente antes de despegar. Esto le sorprendió porque ya no veía personas orando antes de viajar en los aviones.
El hombre no dejó de rezar hasta que el avión partió, y en ese momento el Padre Núñez le quiso felicitar por su profunda fe.
Cuando le dijo que estaba sorprendido por su devoción a Dios, este hombre lo miró y le dijo: “Yo no le rezaba a Dios… yo le rezaba a Satanás”.
“Anda y evangelízalo”
El satanista se puso de pie, tomó sus maletas y se retiró a uno de los asientos traseros. Mientras iba, miraba seriamente y con enojo al sacerdote.
El Padre Núñez se sentó y dejó pasar el mal momento. Sin embargo, en pleno vuelo, le dieron muchas ganas de ir al baño. El problema estaba en que el baño se encontraba cerca de donde el satanista estaba sentado.
En ese momento, sintió que Dios le dijo “Ve, y evengelízalo”. El sacerdote se negó, pues esa persona le daba mucho miedo. Al final cedió, en parte por ser Dios quien le enviaba, y en parte porque le ganaban las ganas de ir a los servicios.
Al momento de pasar al costado del satanista, el Padre Pedro tomó su tarjeta y se lo dio, y le dijo, “Me presento, soy sacerdote católico…” – a lo que este le responde – “Yo sé quién eres… y en ese momento de oración yo estaba pidiendo por la destrucción de todos los sacerdotes católicos”. Acto seguido escupió la tarjeta y la tiró al suelo.
Ante esto, el sacerdote le dijo que Dios lo amaba, que Jesús lo amaba, y que contaba con él para cualquier ayuda. Así también, le pidió perdón por si algun miembro de la Iglesia le ofendió.
Conversión
Sin más que se podía hacer, el Padre Pedro se fue al baño y volvió a su asiento. Sin embargo, años después de ese encuentro, el sacerdote recibió una llamada… era el satanista.
Le pidió una cita para poder conversar. En el encuentro, el satanista optó por dejar su vida oscura atrás, se confesó y se convirtió al cristianismo.
¡Te compartimos el testimonio a continuación!