Herbert Aceituno nació con acondroplasia e hidrocefalia, los médicos le dieron muy pocas posibilidades de vida. Ahora, con 37 años de edad, se eleva en lo más alto del podio en los Parapanamericanos 2023 y señala que la medalla de oro es para Dios.
Este 18 de noviembre, el deportista de El Salvador logró ganar la presea dorada en la categoría -59kg de Para powerlifting. A pesar de su condición física, logró levantar 192 kilos, alcanzando una nueva marca parapanamericana.
“Esta medalla va para Dios y en memoria de mi padre que desde el cielo está orgulloso de lo que se hace en este hermoso deporte, te amo papá, un fuerte abrazo hasta el cielo”, indicó en sus redes.
“Primeramente para Dios, pues la verdad es Él quien me tiene acá”, señaló el deportista a EFE. “Se me vienen dos copas del mundo el otro año para buscar la clasificación a París, estamos bien posicionados, pero no es de confiarse. Buscamos ese sueño, ya tuvimos esa experiencia en Tokio y se logró una medalla histórica para el país que queremos revalidar si Dios lo permite y si no seguir adelante”, agregó.
Una historia de superación
Herbert indicó a Elsalvador.com que al nacer los médicos le dieron muy poco tiempo de vida.
“Al nomás nacer traía la acondroplasia y la hidrocefalía, es aquella que tiene agua en el cerebro, los médicos daban poco tiempo de vida, que no iba a caminar, que no iba a poder hablar. Y si sobrevivía, no iba a poder ser independiente sino que siempre iba a tener una ayuda para moverme”.
La acondroplasia es el tipo más común de enanismo, pero este difícil escenario no quitó la esperanza a su familia, especialmente a su madre, que realizó una campaña de oración con un grupo evangélico para pedir por la salud del futuro deportista.
“Para ella fue muy doloroso porque cuando le dieron el alta médica le dijeron que tendría que llevarse a su hijo para que lo disfrutara los pocos días de vida, solo tres días de vida me daban. Lo asombroso que cuando mi madre iba llorando, después de hablar con los médicos, cuando me llevaba a casa nos cruzamos con una campaña cristiana, que es donde ella va hoy. Ahí Dios obra en mí y acá me tienen, sano y vivo”.
“Cuando tuve el chequeo médico, le preguntaron a mi mamá que me había hecho. Ellos (los doctores) no creían y al final es un milagro de Dios que esté aquí a los 37 años”, agregó.
Herbert indicó que la etapa del colegio fue difícil por el bullying, sin embargo, el apoyo de sus padres y de un gran amigo, lo llevó al deporte, donde ahora brilla por sus habilidades.
“No voy a negar que es una etapa dura porque uno quiere jugar y adaptarse a los demás… Con el tema de la discriminación, al final dije ‘Dios sabe por qué’. Empecé a estudiar, llegué a bachillerato y ahí me pasó lo mismo. Pero un amigo me dice ‘vamos al gimnasio’. Y yo le decía ‘¿y para qué voy a ir?’ Mi amigo siempre me motivaba para ir. Y bueno, fui”.
“El deporte es importante porque te abre muchas puertas. A veces uno piensa que no va a pasar nada con el deporte y sí, abre hasta amistades. Incluso, yo con el deporte me siento motivado. Muchas personas que dicen no puedo, ven mi caso y dicen ‘si él pudo salir, yo también puedo’”.
Actualmente, Herbert ha ganado 3 medallas, dos de oro en los parapanamericanos y una de bronce en los juegos paralímpicos, siendo la presea más importante de El Salvador, pués nadie más ha logrado el podio en los Juegos olímpicos o paralímpicos.