Septiembre está lleno de un buen número de fiestas marianas: la Natividad de la Virgen María (8 de septiembre), el Santísimo Nombre de María (12 de septiembre), Nuestra Señora de los Dolores (15 de septiembre) y Nuestra Señora de La Salette (19 de septiembre).

¿Pero has oído hablar de Nuestra Señora de la Merced?

No muchos católicos en América del Norte la conocen, pero en España y otros países de habla hispana, la festividad es muy difundida, particularmente en Barcelona, donde es la patrona de la ciudad.

La festividad de Nuestra Señora de la Merced fue añadida oficialmente al calendario litúrgico en 1960 para celebrarse el 24 de septiembre.

¿Cuál es la historia detrás de este título que se otorga a la Virgen?

Los sarracenos o moros capturaron gran parte de España en el siglo XIII, y forzaron a los cristianos a la esclavitud.

En 1218, Nuestra Señora se apareció a tres hombres simultáneamente, pero en visiones separadas. Estas personas fueron San Pedro Nolasco, San Raimundo de Peñafort y el Rey Jaime de Aragón.

La Virgen les expresó a cada uno que complacería a su Hijo si se estableciera una orden para rescatar a los cristianos de su cautiverio.

San Pedro Nolasco, su confesor San Raimundo de Peñafort y el Rey Jaime fundaron la Orden real, militar y religiosa de Nuestra Señora de la Merced en Barcelona.

Esta orden más tarde se convirtió en los mercedarios, quienes recogían limosnas para rescatar a los cristianos.

Además, los miembros estaban obligados a tomar un cuarto voto, prometiendo morir si era necesario para salvar a aquellos en peligro de perder su fe. Este voto sigue siendo exigido a los miembros hoy en día.

Muchos de los miembros durante el siglo XIII se ofrecieron como esclavos a cambio de sus compañeros cristianos (cuando no había limosnas disponibles) hasta que se pudiera pagar la deuda.

Nuestra Señora de la Merced deseaba ayudar a sus hijos hace tantos siglos a ser liberados del cautiverio físico y espiritual.

Hoy en día, también necesitamos ser liberados del cautiverio de las ideologías que nos alejan de Dios y que atan tanto nuestras almas y nuestros cuerpos en cadenas demoníacas.

Nuestra Señora continúa ayudando a liberar a los cautivos.

Pidamos a Nuestra Señora de la Merced que restaure nuestras vidas a la libertad de los hijos de Dios. De esta manera, podremos ayudar a liberar a otros y servir al Rey de la Misericordia.

Oración para la festividad de Nuestra Señora de la Merced

Tú, María, Virgen de la Merced,
bondadosa Madre de Dios, esperanza y misericordia de los necesitados.
Tú, que amas la libertad de tus hijos,
y auxiliaste en aquella época a los cristianos cautivos,
atiende nuestra plegaria:

Socórrenos para romper las cadenas de nuestro pecado,
liberándonos de las ataduras de la avaricia, las mentiras,
el odio, la indiferencia y la injusticia,
para que libres de ellas, podamos unirnos totalmente a tu Hijo, Jesús,
vivir como Él, libremente,
dedicados a aquello para lo que estamos hechos: amar.

Te suplicamos Madre de misericordia,
que nos enseñes a ser pacientes y a esperar confiados
para lograr escuchar a Dios y seguir a Jesús, Camino, Verdad y Vida.

Y como nuestro querido Redentor nos dejó
a tu cuidado y protección cuando era crucificado,
es una dicha decir tu nombre y alabarte
con esta oración,Virgen de las Mercedes, Patrona y Señora.

Amén.

Fuente de la oración: Misioneros Digitales

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