El párroco de la Basilica St. Josaphat, Padre Lawrence Zurek, compartió una hermosa historia que demuestra la importancia de la confesión. El sacerdote narró cómo el Padre Pío logró sanar las heridas del corazón de un soldado por medio del Sacramento de la Reconciliación.
En el documental “The Miracle Box” de EWTN, que muestra historias reales que revelan la gracia de Dios por medio de la confesión, el P. Zurek comentó una historia poco conocida sobre San Pío de Pietrelcina.
“Después de la guerra, tres soldados estadounidenses regresaban de Italia a su país de origen. Pero antes de volver a casa, escucharon hablar de un sacerdote que podía leer los corazones y que llevaba las heridas de Cristo. Así que decidieron ir a San Giovanni Rotondo, aunque uno de los tres era escéptico”.
Al llegar a la ciudad, fueron a ver al Padre Pío, que acababa de celebrar Misa.
“Supuestamente, este soldado incrédulo gritó: ‘¡Muéstrame tus heridas!’ Y el Padre Pío se acercó a él y le dijo tranquilamente: ‘Muéstrame las tuyas’”.
Ambos se dirigieron al confesionario, donde el soldado confesó sus pecados, excepto uno que tenía escondido en el corazón.
“Según cuenta la historia, aparentemente, en el calor de la batalla, el soldado se había retirado inadvertidamente. Debido a eso, muchos de sus compañeros murieron. Era una herida que llevaba en su corazón y no podía confesarla. Sin embargo, el Padre Pío pudo verla y lo guió al confesionario, donde esa herida fue sanada”.
El santo italiano es conocido por tener el don de leer los corazones de los penitentes, que le permitía discernir si alguna persona que se acercaba al sacramento de la confesión había olvidado u obviado un pecado grave.
Cuando descubría alguno de estos engaños, les decía a los penitentes los pecados que necesitaban confesar. Este don le valió una reputación como un confesor perspicaz y un director espiritual muy buscado.
Mira el documental completo en inglés AQUÍ.