El National Catholic Register logró entrevistar a una mujer que había pasado de creer firmemente que el aborto era una cuestión razonable, a pensar que la postura pro abortista estaba equivocada.
El testimonio es anónimo, y en esta se muestra como poco a poco ella pudo detectar las faltas y vacíos en el razonamiento de las pro-abortistas.
Todo comenzó con la llamada de una de sus amigas. En esta recibió la noticia de que su amiga estaba embarazada. Ante esto, ella le dijo -“Ok… veamos tus opciones”, a lo que su amiga respondió – “(Risa) ¿Qué opciones? No tengo ninguna”. Esa semana abortó.
Esto la cuestionó profundamente, ¿acaso no estaban a favor de la libertad de opciones en caso de embarazo? ¿Estaban obligadas a abortar?
En otro momento otra amiga la llamó con el mismo problema. Solo que esta vez, ella estaba interesada en saber en qué estado se encontraba el feto en su interior.
Inmediatamente investigó en su computadora para ayudarla. Al ver toda la información que había sobre los fetos y su desarrollo, cayó en cuenta de una cosa: en los medios pro aborto no profundizan en esta información.
Notaba que normalmente solo indican hasta qué fecha es bueno abortar y se referían al feto como “el contenido del vientre”. Mientras que en las páginas pro vida había muchísima información sobre el feto y su desarrollo.
En otra ocasión, ya con cuestionamientos más fuertes, esta mujer leyó en un documento cómo el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología se recomendaba “eliminar el contenido” cuando este esté fuera del vientre materno. Así, cuando decapitan al feto, la cabeza no genera problemas en el organismo de la mujer. “¿Eso ya no es matar a un bebé?” – se preguntó.
Fue entonces que se dio cuenta de cómo las corrientes actuales pro aborto le tienen miedo a la información sobre los fetos, ven solo que quieren ver, y no tiene interés en que haya una libertad de elección. Ante esto tomó una decisión: ser pro vida.
El artículo en inglés lo encuentras aquí.