La página de Facebook de la unidad de bomberos de la Ciudad del Este, al sur este del Paraguay, narró una increíbles historia que les sucedió la semana pasada, el 24 de octubre. 

“Una de las historias más conmovedoras y emocionantes de nuestra institución”, así indicaron en su publicación los alegres bomberos que vieron, ante sus ojos, un posible milagro del amor de Dios. 

Un bebé por morir

La publicación narra cómo la unidad de bomberos recibió un llamado de emergencia por la salud de un bebé de 1 mes de nacido, hijo de una adolescente de 13 años, que empezó a perder signos vitales. 

Ellos intentaron ayudarlo cómo podían, pero todo indicaba que este iba a morir pronto. Ante esto, el bombero Jorge Corvalán, ex seminarista, vio oportuno darle el “Agua de socorro”, es decir, bautizarlo de emergencia.   

“¡En ese momento el bebé milagrosamente e increíblemente reacciona frente a nuestros ojos, y es ingresado en Urgencias Pediátricas del Hospital de traumas dejándolo a cargo de los médicos de guardia!”, escribió la cuenta de Facebook de la unidad de bomberos. 

La publicación indica lo siguiente:

No podemos dejar de contarles lo sucedido el dia de hoy, Jueves 14:50 ! ❣Recibimos una llamada de una estudiante de…

Posted by Bomberos Ciudad del Este on Thursday, October 24, 2019

Bautizo de emergencia 

Según el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), normalmente son los sacerdotes y los diáconos los que pueden bautizar. 

Sin embargo, en caso de necesidad, cualquier persona puede hacerlo si se tiene la intención y utiliza la fórmula bautismal trinitaria, es decir, bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (CIC 1256). 

El documento indica lo siguiente:

Son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono (cf CIC, can. 861,1; CCEO, can. 677,1). En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar (cf CIC can. 861, § 2) si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria. La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la salvación (cf Mc 16,16)”.

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