El Bautismo de Jesús es el comienzo de su ministerio.  San Juan Bautista lo bautizó y luego el Espíritu Santo descendió sobre Él como una paloma y se escuchó la voz del Padre. (cf. Mateo 3, Marcos 1, Lucas 3).

Muchos nos preguntamos… si el bautismo perdona el pecado original (y todos los demás pecados) y Jesús nunca pecó, entonces, ¿por qué fue bautizado?

Lo primero que hay que saber es que el Bautismo de Jesús no es el mismo sacramento que recibimos nosotros.

El bautismo de San Juan Bautista era simbólico y buscaba el arrepentimiento de las personas de su época, mientras que el bautismo cristiano contiene realmente la gracia del perdón.

Aun así, Jesús no necesitaba arrepentirse de nada. ¿Entonces… qué estaba haciendo en el Jordán?

El Bautismo de Jesús estaba instituyendo este primer sacramento de la vida cristiana (Suma Teológica III.39.1-2)

Cuando Cristo recibió el bautismo en el Jordán por parte de San Juan, en lugar de que Él fuera santificado, las aguas del bautismo fueron santificadas y se les dio poder para el perdón de los pecados.

San Ambrosio, Padre y Doctor de la Iglesia, explicó en el siglo III que “nuestro Señor fue bautizado no para ser limpiado, sino para limpiar las aguas, que, al ser purificadas por la carne de Cristo que no conocía pecado, pudieran tener la la virtud del bautismo”.

Cristo, como Dios mismo, es tan santo, tan poderoso, tan asombroso, que el proceso normal se invierte.

Él inició una nueva era en la que la gracia de Dios irrumpió en el mundo e invirtió el proceso del pecado y la corrupción. Convirtiendo santas a todas las cosas.

¡Ahora sabes el sentido del Bautismo de Jesús!

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