Desde el inicio de su pontificado, el Papa León XIV ha retomado la tradición de recitar (¡y hasta cantar!) las oraciones más conocidas en latín. ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas son tan apasionadas por la Misa en latín, o por qué hay tanto debate sobre el uso del latín en la iglesia? Esta lista es para ti. 

Aclaremos que el idioma no es lo que define la validez ni el valor de la Misa.

En este sentido, en un artículo publicado en el National Catholic Register, el escritor Anthony Esolen dio algunas razones por las que el latín en la liturgia es una riqueza de la Iglesia y no es cosa del pasado.

1. El latín conecta a millones de católicos de todos los tiempos

Cuando escuchas oraciones en latín, te unes a millones de católicos de siglos pasados—como un “viajero espiritual” en el tiempo. Personas de todo el mundo han dicho las mismas palabras durante generaciones, creando un sentido de unidad a través del tiempo y el espacio.

2. El latín nos lleva a varias versiones originales

Para muchos, el latín crea el ambiente y ayuda a que las personas se enfoquen en Dios, no solo en lo que les resulta familiar. Además, muchas oraciones y cantos fueron originalmente escritos en latín como la Salve, el Regina Coeli y el Tantum Ergo.

3. No se trata de excluir a nadie

Algunas personas temen que el latín les sea “impuesto”, pero para muchos, es un regalo—una oportunidad de experimentar las oraciones de una manera nueva. Además, para muchos hispanohablantes, el latín es incluso más fácil de cantar que el inglés.

4. Las traducciones no lo captan todo

Cada idioma tiene su propia esencia. Algunas palabras en latín tienen significados profundos que se pierden en la traducción, especialmente a idiomas como el inglés. Por ejemplo, “passus est” en el Credo no es solo “suffered” (sufrió); habla del amor intenso y la pasión de Jesús, “padeció”. A veces, nuestros idiomas simplemente no alcanzan.

5. No es difícil de seguir y rompe la rutina

La gente ya conoce las oraciones básicas. Escucharlas en latín no es confuso—es más como escuchar una melodía conocida en otro estilo. Y no tienes que entender cada palabra para captar el significado o sentir la reverencia. Para quienes gustan de asistir a la Misa en latín, este idioma ayuda a prestar más atención y ver las oraciones bajo una nueva luz. Es como escuchar tu canción favorita en un remix—se siente diferente.

6. Revivir lo olvidado es poderoso

La historia muestra que los grandes renacimientos ocurren cuando redescubrimos tesoros perdidos—no cuando fingimos que el pasado nunca existió. Recuperar el latín se trata de rescatar algo bello y significativo, no de retroceder.

Aprender la lengua de la Iglesia primitiva te introduce a un universo riquísimo; conceptos, categorías, experiencias de santidad y la primera encarnación del cristianismo en la cultura occidental, es un volver a las raíces. Así que la próxima vez que alguien diga que el latín es solo para personas mayores o que es “muy difícil”, ya sabes que no se trata de algo del pasado sino de una conexión con la gran historia de la Iglesia.

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