Por desconocimiento o descuido, algunos católicos pueden cometer errores durante la Misa. ¿Te ha ocurrido? Los Heraldos del Evangelio explican cómo evitarlos para vivir con mayor reverencia y amor la Eucaristía.

En sus redes sociales, la asociación religiosa compartió estos consejos para mejorar en la vivencia de la Misa, recordando que estas correcciones, aunque pequeñas, nos ayudan a cuidar lo que es sagrado.

“La liturgia no es una invención humana. Es herencia viva de la Iglesia, que, como Madre y Maestra, nos enseña el camino más digno para adorar a Dios”, resaltan.

Estos son 6 errores comunes durante la Misa que podemos corregir como una oportunidad para el crecimiento espiritual.

1. Después del ofertorio

Algunos fieles dudan cuando ponerse de pie. Una vez que el sacerdote ha preparado las ofrendas y se ha lavado las manos, se dirige al pueblo diciendo: Orad, hermanos… A partir de ahí todos se levantan para responder ya de pie: El Señor reciba de tus manos…

2. Al final de la plegaria eucarística

Hay algunos fieles que tienden a decir junto con el sacerdote la oración final de la plegaria eucarística. Solamente el celebrante, ni siquiera los concelebrantes, proclama: Por Cristo, con Él y en Él, etc. En este momento del rito, los demás deben guardar silencio.

3. No se dice “amén” al final del Padrenuestro

En la Misa, el Padrenuestro no tiene “amén” al final, porque la oración aún no ha terminado. Los fieles rezan hasta: … y líbranos del mal. Y el sacerdote continúa solo, diciendo: Líbranos de todos los males, Señor… Sólo después respondemos: ¡Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor!.

4. Oración de la paz

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”... Por muy hermosa que sea esta oración, es exclusiva del sacerdote.

5. No salir por cualquier motivo

La Misa es una celebración sagrada. Si usted estuviera en el Calvario, ¿saldría a tomar un vaso de agua? Si no tiene algún problema serio de salud que lo justifique, ofrezca ese sacrificio.

6. Llegar tarde a Misa

¿No es verdad que nos esforzamos por ser puntuales en una cita importante? Una reunión, una cena, una visita, una fiesta… ¿Qué esfuerzo deberíamos hacer por ser puntuales para encontrarnos con el Rey de reyes, Señor de señores?

Los Heraldos indican que estos errores no solo deben verse como una exigencia exterior, sino “sirven como un ‘termómetro’ para saber qué valor le estoy dando al sagrado sacrificio del Calvario”.

“El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto” (Lc 16, 10).
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