¡Qué hermosa manera de comenzar el día!

El padre Ronald Vierling compartió recientemente varios ejercicios espirituales matutinos para ayudar a los católicos a iniciar su jornada en oración.

Estas sugerencias provienen de los escritos de San Alfonso María de Ligorio, especialmente de sus ejercicios diarios.

Estos son los consejos que el sacerdote compartió:

6 ejercicios espirituales de San Alfonso María de Ligorio que los católicos podríamos practicar cada mañana

1) Eleva tu mente a Dios

“Cuando despiertes por la mañana, tu primer pensamiento debe ser elevar tu mente a Dios y ofrecerle todas las acciones de ese día, pidiéndole que te ayude con Su gracia”.

2) Realiza actos cristianos y vive como si fuera tu último día

“Luego haz los demás actos cristianos de la mañana: acción de gracias, amor, petición y el firme propósito de vivir ese día como si fuera el último de tu vida”.

3) Acuerda con Jesús vivir el día con amor desinteresado

“Haz un acuerdo con el Divino Salvador: cuando hagas signos como poner, tu mano sobre el corazón, levantar los ojos al cielo o mirar el crucifijo, que sea tu intención hacer un acto de amor, un acto de deseo de verlo amado por todos, un acto de entrega personal”.

4) Pide a Jesús y a María protección espiritual

“Después de haber hecho los actos anteriores, coloca tu alma en el costado de Jesús y bajo el manto de María, y ruega al Padre Eterno, por amor de Jesús y de María, que te preserve durante el día”.

5) Dedica al menos 30 minutos a la oración mental o a meditar en la Pasión de Jesús

“Luego, antes de cualquier otra acción, realiza al menos media hora de oración mental o meditación; y el tema principal de tu meditación debe ser los sufrimientos y desprecios que nuestro Señor bendito soportó en su Pasión”.

6) Aumenta tu devoción a la Pasión de Jesús, a la Eucaristía y a María

“Hay tres devociones que debes atesorar por encima de todas si deseas crecer en santidad: la devoción a la Pasión, al Santísimo Sacramento y a la Santísima Virgen”.

¡San Alfonso María de Ligorio, ruega por nosotros!

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