Las Basílicas de San Pedro (en la Ciudad del Vaticano) y de San Pablo Extramuros (en Roma) son dos de los templos católicos más importantes del mundo. Ambas forman parte del grupo de Basílicas Papales o Mayores que hay en Italia y que, con motivo del Jubileo de este año, han abierto sus puertas santas a millones de peregrinos.

El 18 de noviembre se celebra la dedicación de estas basílicas a los apóstoles Pedro y Pablo, conmemorando la unidad de la Iglesia. Por eso hoy queremos que conozcas un poco más acerca de ellas:

1. La tumba de los apóstoles

Basílica de San Pedro:

Aunque la basílica actual fue construida principalmente entre los siglos XVI y XVII, bajo su altar mayor se encuentra una antigua necrópolis y la llamada confessio, considerada el lugar donde reposan los restos del apóstol Pedro. En las excavaciones de mediados del siglo XX se halló la inscripción griega “Petros eni” (Pedro está aquí). Los huesos encontrados corresponden a un hombre mayor y robusto, lo cual coincide con la tradición del pescador galileo.

Basílica de San Pablo Extramuros:

Bajo el altar mayor de esta basílica se encuentra la tumba del apóstol San Pablo, sobre la cual se edificó una primera iglesia en tiempos antiguos. Tras un incendio en 1823, el templo fue reconstruido respetando la planta original y el lugar sagrado, preservando así la tradición de venerar el sepulcro del autor de las cartas paulinas.

2. Relojes y mosaicos de los papas

Basílica de San Pedro:

En la fachada de la Basílica de San Pedro hay dos relojes que marcan diferentes horas: uno el horario local de Roma y el otro la hora media europea. Esto se debe a que los campanarios diseñados por Bernini fueron demolidos por problemas estructurales, y en su lugar se colocaron los relojes que hoy vemos.

Basílica de San Pablo Extramuros:

Es famosa por una franja de medallones de mosaico que muestra los retratos de todos los papas desde San Pedro hasta la actualidad… y hay espacio para muchos más.

3. Tamaños, escalas y récords

Basílica de San Pedro:

Mide más de 23.000 metros cuadrados y tiene una longitud de 218 metros, puede albergar alrededor de 60.000 personas. Es la iglesia más grande del mundo. Subir a la cúpula, diseñada por Miguel Ángel, implica ascender casi 500 escalones, aunque parte del trayecto se puede hacer en ascensor. Desde la cima, la vista del Vaticano y de Roma es impresionante.

Basílica de San Pablo de Extramuros:

La Basílica de San Pablo tiene una planta de cinco naves, mide unos 131 metros de largo y 65 de ancho, y está sostenida por 80 columnas monolíticas de granito. Algunas de ellas fueron regalos de Egipto al papa Gregorio XVI. En su tiempo, fue una de las iglesias más grandes de Roma, sólo superada por San Pedro. Es propiedad del Vaticano así se encuentre fuera de su territorio.

4. Construcción, reconstrucción y monumentos importantes

Basílica de San Pedro:

La Basílica se comenzó a construir entre los años 325 y 333  bajo el reinado del emperador Constantino en el emplazamiento donde había sido enterrado el apóstol San Pedro en la colina vaticana. Durante la Edad Media, la Basílica de San Pedro floreció y se convirtió en el lugar de peregrinación más importante del mundo occidental. 

En 1505 la antigua iglesia fue demolida por orden del Papa Julio II y se construyó una nueva, culminando su construcción en 1626. Entre las muchas imágenes en su interior se encuentra la Pietà, la famosa escultura de Miguel Ángel, y la estatua de bronce de San Pedro, cuyo pie derecho ha perdido casi todos los detalles debido a los besos y roces de los peregrinos a lo largo de los siglos.

Basílica de San Pablo Extramuros:

La Basílica de San Pablo Extramuros fue construida originalmente en el siglo IV (aproximadamente 320 d.C.) por orden del emperador Constantino sobre la tumba de San Pablo. Sufrió un terrible incendio en 1823, lo que provocó su reconstrucción casi total a partir de 1854. La iglesia actual conserva elementos de la estructura original y se edificó gracias a donaciones internacionales. Entre sus tesoros destaca la Puerta Bizantina, una joya de bronce del siglo XI con paneles decorados con escenas de Cristo y los apóstoles, probablemente fabricada en Constantinopla.

5. Su función actual

Basílica de San Pedro:

En San Pedro reposan cerca de 90 papas, incluido el propio apóstol, San Juan Pablo II y Benedicto XVI. La basílica es visitada por miles de peregrinos cada año. Contrario a lo que podemos creer, no es ni la sede oficial del Papa, ni es la primera Basílica de Roma, pues este honor lo ostenta la Basílica de San Juan de Letrán, sin embargo, es la principal iglesia pontificia al celebrarse en ella la mayoría de las ceremonias papales debido a su tamaño, a su proximidad a la residencia del Papa y a su ubicación dentro de la Ciudad del Vaticano.

Basílica de San Pablo Extramuros:

Hoy, la basílica de San Pablo Extramuros forma parte de un complejo benedictino vinculado al Vaticano y sigue siendo un centro espiritual activo. Cada año, el 25 de enero, se inaugura allí la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, símbolo del diálogo ecuménico que promueve la Iglesia.

Las Basílicas de San Pedro y San Pablo no son sólo monumentos majestuosos; son auténticos testigos de la historia del catolicismo. En ellas conviven la arqueología, el arte y la devoción. Cada piedra, mosaico y símbolo guarda una historia que conecta el pasado con el presente de la Iglesia y refleja la continuidad y la estabilidad de nuestra fe.

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