Muy probablemente todo católico alguna vez oyó o leyó sobre los cuerpos incorruptos de los santos: restos humanos de cristianos ejemplares que se conservan de una manera increíble con el pasar de los siglos.

Para los no creyentes se trata de una superstición o de un fraude. Sin embargo, estos cuerpos intactos siguen desafiando a los escépticos y a la ciencia.

La Iglesia siempre es prudente y no da crédito a todos y cada uno de los casos de corrupción que alega el pueblo. Pero luego de largos procesos, en muchos casos se concluyó el carácter sobrenatural de los cuerpos incorruptos de los santos. Al final, esta realidad milagrosa se convierte en un verdadero motivo de credibilidad en Dios y la Iglesia.

Aquí te presentamos 5 cosas inexplicables que suceden con los cuerpos incorruptos de los santos

Lo primero que hay que decir es que un fenómeno sobrenatural implica un obrar que está más allá de toda naturaleza creada. Esto significa que responde a un acto divino, es decir, una acción de Dios.

Una momia no es un cuerpo incorrupto, porque recibió un tratamiento complejo que simula la preservación (en verdad suelen estar rellenas de hierbas u otras materiales naturales).

Tampoco puede considerarse sobrenatural la preservación accidental de restos humanos que se encuentran cada tanto. Esa conservación tiene una explicación natural basada en el asilamiento total o parcial de los agentes de descomposición.

Cuando hablamos de los cuerpos incorruptos de los santos, señalamos su carácter sobrenatural. Son santos porque amaron a Dios de una manera extraordinaria toda su vida y son incorruptos porque sus restos se conservan sin explicación natural de por medio.

1. Tenían todas las condiciones para descomponerse pero se preservaron:

Este es el más evidente carácter sobrenatural de los cuerpos incorruptos de los santos. Los restos fueron enterrados convencionalmente y resisten inexplicablemente las acciones del aire, la tierra o el agua.

Casos asombrosos como San Bernardino de Siena que estuvo expuesto al culto de los fieles durante 26 días. O Santa Teresa de Ávila, quien fue encontrada cubierta de tierra por la rotura de la tapa de su ataúd e, incluso vestida con trozos de tela sucios y descompuestos, su cuerpo no solo estaba fresco, sino perfectamente intacto e inmóvil.

2. Exhalan perfumes extraordinarios

De aquí que se habla comúnmente de “olor a santidad”. Muchos santos continúan emanando fragancias exquisitas pero que no tienen comparación en el mundo natural.

Un caso curioso es el de la beata y mártir María dos Anjos, fallecida en España en 1936. Un especialista fue a analizar el fenómeno y concluyó que no se parecía a ninguno de los aromas de esta tierra. Las monjas, sus compañeras, solían llamarlo “olor del paraíso o santidad”.

3. Permanecen suaves y flexibles durante muchos años.

Mientras que las momias tienen una apariencia rígida por lo que se conoce como rigor mortis, los cuerpos incorruptos de los santos mantienen una flexibilidad inexplicable. 

Santa Catarina de Bolonia, por ejemplo, tenía un cuerpo tan maleable 12 años después de su muerte que fue colocado en la posición en la que se encuentra hasta nuestros días: sentada.

4. Exudan sangre o aceites preciosos

Los cuerpos incorruptos de los santos, en muchas ocasiones, transpiran líquidos extraños. El aceite que brotó varias veces del cuerpo de la beata clarissa Mattia Nazzarei, fallecida en 1320, sigue brotando continuamente de sus manos y pies, incluso hoy.

5. Fueron visitados por luces inexplicables

La demostración más impresionante tuvo lugar en la tumba de San Charbel Makhlouf. La luz que brilló durante 45 noches en su tumba fue presenciada por varios aldeanos y finalmente resultó en la exhumación de su cuerpo, revelando los fenómenos que aún se observan en la actualidad.

¡Esperamos que te haya interesado esta información sobre los cuerpos incorruptos de los santos!

Este artículo fue publicado originalmente en el blog del Padre Paulo Ricardo.

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