La Navidad es uno de los acontecimientos más importantes del calendario litúrgico católico, un momento especial para que las familias se reúnan a celebrar el nacimiento de Nuestro Salvador.
El hospital pediátrico Bambino Gesú (Roma), dependiente de la Santa Sede, atraviesa este tiempo de Adviento intentando que los niños allí internados puedan tener el mejor regalo que pueden recibir: volver a casa con sus padres para pasar la Navidad en familia.
En una conmovedora entrevista realizada por Vatican News, Mariella Enoc, presidenta del hospital, relata cómo viven los médicos, los niños y sus familias este tiempo previo al nacimiento de Jesús.
El hospital donde el mejor regalo de Navidad es poder volver a casa
“Los niños hospitalizados, como todos los niños, esperan ansiosamente la Navidad. Poco a poco intentamos que los niños cristianos entiendan que la Navidad es un cumpleaños importante. Es el cumpleaños de Jesús, que es su amigo y, por tanto, hay que celebrarlo“, cuenta Mariella.
“El mayor regalo es poder curarse, poder volver a casa“, agrega.
Las familias de los niños también viven de forma especial este tiempo, especialmente aquellos padres que están solos con alguno de sus hijos internado.
“Ayudamos a las familias que vienen de lejos, que son familias en las que sólo está la madre, o sólo el padre, a entrar en el círculo de todas las demás familias para que al final del día sientan el sabor de la familia ampliada”, expresa Mariella.
Sin embargo, los profesionales que trabajan en el hospital también viven de manera especial este tiempo cercano a la Navidad.
“¡Los que eligen este trabajo ya saben cuál será su historia! Sin embargo, siempre nos aseguramos de que el día de Navidad puedan estar almediodía, o por la tarde, con sus familias -explica la presidenta de la institución y agrega- Nunca he oído a nadie decir: ‘Pero he renunciado a la comida de Navidad’. Nunca he oído eso en este hospital”.
“En este hospital, la Navidad es todos los días, no porque se llame ‘Bambino Gesù’, sino porque cada día que un niño se cura es como si renaciera a una nueva vida. Así que para mí la Navidad es todos los días. El trasplante que tuvo éxito, el niño con la enfermedad dismetabólica se curó. Eso es, cada vez que hay eso para mí es Navidad“, concluye Mariella.
Este artículo fue publicado originalmente en Vatican News.
¡Qué hermoso testimonio!
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