El obispo de la Administración Apostólica de San Juan María Vianney (Brasil), Fernando Arêas Rifan, habló sobre el motu proprio “Traditionis custodes” del Papa Francisco que limita la celebración de la misa tradicional.

El obispo Arêas Rifan está encargado de dirigir esta administración apostólica cuyo rasgo característico “es el amor a la Santa Misa en la Forma Extraordinaria del Rito Romano”.

Así expresa este obispo su explicación sobre las restricciones a la misa tradicional y cómo seguirá su celebración.

Obispo sobre la misa tradicional: “la instrumentalización estaba creando divisiones”

El obispo comienza explicando que las nuevas reglas no alteran las actividades de la Administración Apostólica, creada en enero de 2002 por el Papa San Juan Pablo II y autorizada para celebrar la misa tradicional o Tridentina. Cuenta cómo se produjo el permiso, a través de Benedicto XVI, de la misa tradicional al mundo entero, tras darse cuenta de que el modelo implementado en Campos dos Goytacazes (RJ) -donde reside su administración-, estaba funcionando.

“En 2007, él [Benedicto XVI] escribió el moto proprio ‘Summorum pontificum’, permitiendo la Misa [tradicional] para todo el mundo, que cualquier párroco podría celebrar sin hablar con el obispo ni nada”, dijo. “En muchos lugares fue genial, pero no todos fueron buenos”, agrega.

Los dos enemigos de la misa Tridentina

El obispo Arêas Rifan destaca que el hecho de que los sacerdotes pudieran celebrar sin pedir permiso a los obispos estaba creando una “enfermedad”, y por eso fue consultado por la Santa Sede para expresar cómo era la experiencia de la antigua misa en su Administración. 

“Hice la siguiente consideración”, comenta, “la misa tradicional aquí no tiene ningún problema, pero la misa en la forma antigua tiene dos enemigos: los llamados progresistas, que no aceptan la doctrina del Concilio de Trento sobre el santo sacrificio de la misa, y cómo la misa en la forma antigua claramente enfatiza esta doctrina; los progresistas la detestan, no la apoyan”.

Los otros enemigos son los llamados tradicionalistas, que son radicales, bravucones, que acaban creando confusión en la Iglesia”, provocando problemas con los obispos, explica. “Porque usan la Misa para criticar al Concilio, criticar al obispo local, criticar a toda la Iglesia…

“Esto perjudica a la misa tradicional, porque terminan usando la Misa para crear problemas en la Iglesia”.

El encuentro con el Papa Francisco

El obispo también recordó la ocasión en que estuvo en Roma y se encontró con el Papa Francisco. Le dijo que estaba allí para un congreso sobre el ‘Summorum pontificum’ y la misa tradicional. A lo que el Santo Padre respondió: “Solo estoy en contra de usar la Misa en su forma antigua para atacar a la Iglesia, al Papa y al Concilio”

Inmediatamente, el obispo asintió: “Y yo también. Por eso estoy aquí: para darle la dirección correcta. Tenemos la Misa en su forma antigua como una de las riquezas, como nuestra profesión de fe en los dogmas eucarísticos, pero no para luchar contra el Papa, el Concilio o lo que sea”.

“Como tal, es una riqueza para la Iglesia”, respondió el pontífice.

Desafortunadamente, sin embargo, esta no es la opinión mayoritaria, explica el obispo, por lo que, debido a varios problemas, los obispos italianos pidieron al Papa que llevara a cabo una reforma del ‘Summorum pontificum’, ya que las cosas no estaban funcionando bien. Y esta respuesta dio lugar al motu proprio “Traditionis custodes”.

“La vieja misa no está abolida” , subraya el obispo, “los obispos la van a conceder a los sacerdotes para poder celebrarla”. La reciente medida vino solo para regularizar y tratar de evitar confusiones y divisiones en la Iglesia.

¿Qué piensas de esta explicación? 

Síguenos también en:

Telegram
WhatsApp
Gab
Instagram
Twitter

[Ver: “Enseña el amor de mi Sagrado Corazón”, exorcista relata su encuentro sobrenatural con Cristo en el Santísimo]

[Ver: Conoce la camiseta que llevaba San Juan Pablo II el día de su atentado y hoy es una reliquia]

Comparte