¿No se canta el Aleluya? La Cuaresma es un momento importante y muy especial en la liturgia de la Iglesia. El camino hacia la gran fiesta pascual del Señor, trae consigo todo un itinerario espiritual y simbólico que nos hace sumergirnos más profundamente en esta espera.

Es un período de penitencia, en el que nos volcamos aún más a la práctica de la oración, el ayuno y la limosna, buscando tener un corazón más puro, temeroso de Dios y libre de todo pecado.

Entre las “privaciones” de la Cuaresma, están la cobertura de los santos en las iglesias, la omisión de la suntuosa decoración, Gloria y… el Aleluya. ¿Te has preguntado alguna vez por qué?

¿Por qué no se canta el Aleluya durante la Cuaresma?

Aleluya” es una palabra hebrea que significa “Alabanza a Dios“, es decir, es una palabra que trae consigo todo el gozo de adorar al Señor. Y cuando lo decimos o cantamos en la Misa, nos unimos al coro de todos los ángeles que alaban a Dios en el Cielo.

Entonces, cuando cantamos Aleluya, recordamos que, participando en la Santa Misa, ¡también estamos participando en el Reino de Dios ya aquí en la tierra!

Sin embargo, durante la Cuaresma, estamos llamados a centrarnos en la espera del Reino de Dios: el Cielo que se abre para nosotros con la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

¡Por eso no cantamos Aleluya! En cambio, mantenemos nuestro corazón contrito, nos arrepentimos de nuestros pecados, hacemos penitencias para que, un día, nosotros también podamos adorar y alabar a Dios en el Cielo, ¡como lo hacen los ángeles!

¡Elevemos el corazón hacia el Señor!

Comparte