Actualmente está en curso la causa de canonización de Irving C. “Francis” Houle, un abuelo que recibió los estigmas a los 67 años y afirmaba que Jesús y la Virgen María le habían encomendado una misión especial.

Irving Houle nació en Estados Unidos en 1925 y falleció en 2009 a los 83 años. En 2018, el obispo de La Marquette John Doerfler, de Michigan (Estados Unidos), abrió la causa de canonización del Siervo de Dios.

Estuvo casado por más de 60 años con Gale, su esposa, con quien tuvo 5 hijos. Además tenía siete nietos y cuatro bisnietos.

Los sucesos aquí narrados, de ser comprobados por las autoridades eclesiásticas, caerían en el terreno de las revelaciones privadas.

Como toda revelación privada, ningún católico está obligado a creer en ella. Para ser creíble debe estar siempre en sintonía -y nunca negar- al Evangelio, la Tradición Apostólica y el Magisterio de la Iglesia.

Irving Houle: El abuelo con estigmas, que sanaba personas y habría recibido una misión de Jesús

El padre Robert Fox, quien conocía a Irving Houle, escribió un libro titulado Un hombre llamado Francis. Utilizó el nombre “Francis” para mantener el anonimato de Irving. Allí relató la historia de este abuelo de Michigan.

En su niñez, Irving afirmó que Jesús se le apareció, pero aún no sabía quien era.

Tuvo un terrible accidente: cayó de un caballo y se quebró varias costillas que le perforaron sus pulmones y le produjeron un sangrado severo. El médico creyó que el niño estaba demasiado débil para ser operado.

A pedido de la familia, una monja hizo que todas las hermanas se levantaran para orar por él. Al día siguiente el médico se asombró al encontrar nuevas radiografías que mostraban que no había costillas perforando sus pulmones, ninguna evidencia de las perforaciones ni sangrado.

Esa mañana, Irving le preguntó a sus madre quién era el hermoso hombre de túnica blanca con la mano levantada que había estado de pie junto a su cuna durante la noche.

La misión de Jesús y el sufrimiento nocturno

En la cuaresma de 1993, cuando tenía 67 años, Jesús se le apareció a Irving Houle y le dijo:

Mi amado hijo, te pido que te prepares… para recibir mis Santas Llagas. Te usaré de una manera especial, pero necesito que continúes orando. Pon tu plena confianza en mí y no tengas miedo del futuro, porque te daré las gracias necesarias para aceptar este regalo. Serás perseguido como yo fui perseguido”.

Luego de esta revelación, Irving recibió los estigmas y cada noche padeció sufrimientos similares a la Pasión de Cristo. 

Fotografía de las manos de Irvin “Francis” Houle. Créditos: CNA.

Los dolores comenzaban en la cabeza, “luego fue a mis ojos, luego a toda la parte superior del cuerpo, el estómago, la espalda, el costado, los brazos. Sentí que me estaban destrozando”, le contaba este abuelo de Michigan al padre Fox.

“Esa hora y media después, es como si estuviera en un mundo diferente. Todas estas cosas me están llegando: las guerras civiles, el aborto, todas las personas sin hogar y los pecados de los que se lee, los asesinatos, los niños abusados, las mujeres abusadas: todo esto viene a mí”.

El mensaje de la Virgen

Poco después de ese mensaje inicial y de recibir los estigmas, Irving Houle recibió un mensaje de la Virgen María quien le dijo:

Sal y toca a mis hijos. Tus manos son las manos de mi Hijo. Continúe evangelizando. Haga que muchos regresen al sacramento de la penitencia y celebren la Eucaristía. Estás bajo la protección mía y de mi Hijo”

Historias de sanación

En este misión que Cristo le habría concedido, se reportaron numerosas sanaciones, desde curaciones físicas hasta innumerables personas que regresaron a la Iglesia y los sacramentos.

Entre estas diversas historias hay una de una mujer en silla de ruedas que moría de cáncer y no se esperaba que viviera más de cuatro meses.

Irving Houle oró sobre ella y la tocó con las marcas de las heridas como Jesús y la Virgen se lo habían pedido. Cinco meses después la mujer volvió a encontrarse con él: estaba sana y caminaba. “Vi lágrimas en tus ojos cuando pusiste tus manos en mi cabeza y luego en mi cara. Aquí estoy. No hay cáncer“, le dijo la mujer.

Causa de canonización

Según comenta CNA, El obispo John Doerfler al Dr. Andrea Ambrosi, un experto de Roma, como postulador de la causa de Houle. Ambrosi está involucrado en la supervisión de otras causas de canonización, incluida la del arzobispo estadounidense y personalidad televisiva Fulton J. Sheen.

En su reunión de junio, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos votó a favor de que la canonización de Houle siguiera adelante. La Congregación para las Causas de los Santos ahora revisará el caso para determinar si llevó una vida de virtudes heroicas. Si la congregación y el Papa lo aprueban, se le dará el título de “venerable”.

¿Qué piensas sobre esta historia del abuelo que recibió los estigmas a los 67 años?

Este artículo fue traducido y adaptado de National Catholic Register.

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